BOTIQUÍN TERAPÉUTICO.
RECOMENDADO AL CIEN POR CIENTO
POR EL DR. MARIO VIDES.
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PARACETAMOL
Lo tomamos para dolores no demasiado intensos (cefalea, dismenorrea…),
cuando tenemos fiebre y para aliviar los síntomas de la gripe. Actúa
inhibiendo unas enzimas (ciclooxigenasas) que intervienen en la síntesis
de prostaglandinas. Actúa a nivel del sistema nervioso central, por eso
no afecta a los tejidos periféricos y carece de actividad
antiinflamatoria.
Por otra parte, inhibe ciertas sustancias
químicas relacionadas con el dolor y provoca sobre el organismo una
vasodilatación, un aumento del flujo sanguíneo y sudoración, de efecto
antipirético.
Lo podemos sustituir por el HARPAGOFITO, que contiene
harpagósido, que junto con los irioides y glucoirioides presentan un
efecto de disminución de la inflamación.
También podemos usar la
BOSWELLIA de efecto similar o la CÚRCUMA que, debido a la presencia de
circuminoides con actividad antiinflamatoria inhibe la síntesis de
prostaglandinas inflamatorias.
Pese a esto, parece más efectiva la
MATRIARCA (que se comercializa como Tanacetum Parthenium) en los casos
de cefalea pues contiene una sustancia llamada partenólido que actúa
bloqueando la liberación de serotonina, de forma que previene la
aparición de jaquecas y, en tratamiento de tres meses, hace disminuir
considerablemente la frecuencia y la intensidad de las crisis.
Para
casos de fiebre utilizaremos plantas como el SAÚCO y la TILA (en
infusión) ya que presentan un estímulo sobre el sistema nervioso
parasimpático que provoca sudoración.
ÁCIDO ACETILSALICÍLICO
Es conocido bajo el nombre comercial “Aspirina” y es una sustancia con
múltiples aplicaciones terapéuticas: analgésica, antiinflamatoria,
antipirética y antiagregante plaquetario. Actúa como otros
antiinflamatorios no esteroideos, impidiendo la formación de
prostaglandinas y tromboxanos, inhibiendo la ciclooxigenasa, tanto a
nivel del sistema nervioso central como periférico.
Lo podemos
sustituir por SAUCE y ULMARIA (Spirae Ulmaria, de donde deriva el nombre
de la propia “Aspirina”). Ambas plantas las podemos encontrar en
preparados o como planta a granel para luego preparar nosotros mismos
nuestras decocciones o infusiones.
IBUPROFENO
Tomado
frecuentemente para tratar los síntomas asociados al dolor de cabeza
(cefalea), dolor dental (odontalgia), dolores musculares, molestias de
la menstruación (dismenorrea), dolor neurológico de carácter leve,
síndrome febril y dolores derivados de operaciones quirúrgicas.
También se usa para tratar cuadros inflamatorios, como los que se
presentan en artritis, artritis reumatoide y artritis gotosa. Actúa de
forma similar a los dos compuestos citados anteriormente, impidiendo la
formación de prostaglandinas por inhibición enzimática de la
ciclooxigenasa.
En el caso del tratamiento de enfermedades de
carácter reumático, podemos añadir a las plantas de los dos apartados
anteriores una nueva, la ASHWAGANDA.
Su efecto es mayor que el
acetilsalicílico, similar a la hidrocortisona pero sin efectos
secundarios. Otra planta interesante, aunque menos conocida, es PAO
D’ARCO, que se caracteriza por sus propiedades analgésicas, antibióticas
y antiinflamatorias.
ACETILCISTEÍNA, AMBROXOL, CARBOCISTEÍNA
Usamos estos preparados cuando tenemos un catarro con mucosidad que nos
cuesta expulsar debido a su viscosidad. Actúan rompiendo los enlaces
disulfuro de las secreciones haciéndolas de consistencia menos viscosa y
ayudando a su eliminación, fluidificando la mucosidad y, por tanto,
facilitando su eliminación.
Entre las plantas con propiedades
mucolíticas encontramos: EUCALIPTO (estimula las células secretoras y
tiene un efecto pectoral que se debe principalmente a que el aceite
esencial que contiene se elimina a través de los pulmones, ejerciendo
además de antiséptico, balsámico y febrífugo),
HISOPO (contiene
marrubina de efecto fluidificante de las secreciones bronquiales y, por
tanto, también tiene efecto antitusígeno),
POLÍGALA (contiene
saponósidos que irritan la mucosa bronquial y por estimulación refleja
aumenta la producción de mucus y, además, fluidifica las secreciones) y
VIOLETA (expectorante, fluidifica y elimina el exceso de mucus).
No
obstante, el mejor remedio para expectorar y fluidificar la mucosidad es
la ingesta abundante de agua.
DEXTROMETORFANO, CODEÍNA, CLOPERASTINA
Son medicamentos usados para eliminar la tos, generalmente cuando esta
es no productiva, irritativa o de naturaleza nerviosa. La codeína es
utilizada cuando existe tos y un dolor de garganta leve o moderado. La
cloperastina se utiliza cuando la tos tiene cierto componente alérgico o
asmático, ya que presenta ciertas propiedades antihistamínicas y de
reducción de los espasmos bronquiales.
Actúan sobre el centro
nervioso que regula la tos y sobre el sistema nervioso central para
inhibir la tos sin afectar la actividad de los cilios. Se diferencian de
la codeína en que no produce efecto depresivo sobre el sistema
nervioso.
Existen muchas alternativas naturales a estos medicamentos:
AMAPOLA, MALVA, MALVAVISCO, HIBISCO, GORDOLOBO, LLANTÉN, REGALIZ,
TUSILAGO y DROSERA.
El tusilago, la malva, el malvavisco, el
gordolobo y el llantén tienen efecto antitusivo, emoliente y
espasmolítico, debido a su poder de absorción del agua y, por tanto, de
la formación de geles o soluciones coloidales. Además, disminuyen la
irritación de la faringe y de la mucosa bronquial, calmando la tos.
La
amapola confiere propiedades sedantes a nivel bronquial, hacen disminuir
la tos, además de suavizar las irritaciones.
La drosera tiene
propiedades antitusivas, actuando a nivel local y a la que se asocia
ciertas propiedades antibacterianas. El regaliz activa la tos y reduce
las secreciones.
No obstante, para que estas plantas ejerzan bien su
efecto hay que tomar bastante líquido: agua, zumos que regeneran las
mucosas por su contenido en vitamina C y A o, mejor aún, tomar los
líquidos ingiriendo las plantas citadas en infusión.
ANTIHISTAMÍNICOS
Se utilizan cuando presentamos síntomas de rinitis alérgica,
conjuntivitis, alergias estacionales, pruritos, urticarias… Existen
muchas sustancias químicas para aliviar estos síntomas, los más
recetados por los médicos son: cetirizina, difenhidramina, loratadina,
prometazina…
Actúan bloqueando los receptores H1 de la histamina
que se encuentra en ciertas células (mastocitos), que cuando reaccionan
ante un estímulo liberan dicha sustancia uniéndose a los receptores H1
que provocan un aumento del flujo sanguíneo y la producción de otras
sustancias, que como consecuencia producen inflamación de tejidos,
escozor, congestión, disminución de la luz de las vías respiratorias y
todos los síntomas más típicos de la alegría.
Las plantas más
usadas con propiedades antihistamínicas son dos: el HELICRISO (que
interviene estimulando la secreción interna de hidrocortisonas y, por lo
tanto, tiene efecto antiinflamatorio e inmunosupresor -se puede tomar
en infusiones, extracto o jarabe-)
y el GROSELLERO (que actúa impidiendo
la liberación de histamina y estimulando la secreción de carecolaminas,
consideradas hormonas antiinflamatorias que inhiben una enzima
encargada de la destrucción de las sustancias citadas).
ANTIBIÓTICOS
Los tomamos ante infecciones provocadas por bacterias, ya sea de vías
respiratorias altas y bajas, infecciones genito-urinarias,
odontoestomatológicas, de piel, etc. Entre estos podemos encontrar:
cefalosporinas, cloranfenicol, penicilinas, antibióticos
glucopeptidicos, rifampicina, quinolonas…
Cada antibiótico actúa
de modo muy variado; algunos impidiendo que las bacterias puedan
sintetizar su pared, otros impidiendo la síntesis de las proteínas,
inhibiendo el crecimiento y desarrollo, impidiendo la reproducción,
bloqueando la síntesis del material genético…
Entre las plantas
con propiedades antisépticas encontramos el AJO y la CEBOLLA, que
contienen componentes sulfurosos en su esencia. El TOMILLO, la ESENCIA
DEL ÁRBOL DE TÉ, el ÁRBOL DE NEEM y el ROMERO contienen propiedades
antisépticas.Además de estas plantas, en la naturaleza encontramos
productos como
el PROPÓLEO, que por su composición rica en aceites
esenciales, minerales y oligoelementos son muy útiles en procesos
infecciosos pues actúan frente a un amplio espectro de bacterias, virus y
hongos.
La ALBAHACA y el CLAVO son dos esencias muy ricas en eugenol de
alta eficacia en infecciones de oído y de muelas.
ANTIDEPRESIVOS
Se toman después del diagnóstico de una depresión.
Sería importante
aplicar la alternativa natural al notar los primeros síntomas de esta
patología: tristeza patológica, desgana y anhedonia, ansiedad, insomnio,
alteraciones del pensamiento, alteraciones somáticas, alteraciones del
comportamiento, modificaciones del apetito y del peso, pérdida del
placer, culpa excesiva, pensamiento suicida, disminución de la energía…
Existen muchas clases de antidepresivos y se relacionan directamente
con los niveles de serotonina y noradrenalina, ya que al elevar su
concentración mejora el estado de ánimo del paciente.
La alimentación es
clave para mejorar nuestro estado de ánimo ya que en los alimentos
encontramos el aporte de ciertos oligoelementos imprescindibles:
alimentos ricos en vitamina C (cítricos), en triptófano (como el
chocolate), en ácido fólico (lechuga) y en calcio (nueces, almendras).
Junto a esto, el ejercicio físico provoca que nuestro cuerpo fabrique
endorfinas, que contribuyen a aumentar la sensación de felicidad y
disminuyen el dolor. Entre las plantas medicinales que nos pueden ayudar
encontramos la HIERBA DE SAN JUAN o también llamada HIPÉRICO. Esta
planta contiene hipericina, que provoca una inhibición de la
monoaminooxidasa y, por tanto, un aumento de los niveles de serotonina,
que mejora el estado anímico.
También es interesante el
GINKGO BILOBA,
cuyo efecto se basa en un aumento de la microcirculación cerebral y, por
lo tanto, de la oxigenación que mejora el estado anímico.
MAS INFO: http://buenasiembra.net/salud/fitoterapia/index.html