Latinoamérica, ante la encrucijada de rescatar a Europa
Latinoamérica puede desempeñar un papel cada vez más relevante en la economía mundial. Los estados europeos, que antes presumían de economías saneadas, ahora comprueban que su sistema monetario se hunde y deben pedir ayuda a países del otro lado del océano.
¿Sería aconsejable para América Latina echar una mano a Europa?
América Latina posee 700.000 millones de dólares de reserva que bien
podrían sacar a flote a la nave europea, que está lejos de poder
mantenerse en mitad de este temporal. Pese a esto, numerosos expertos
advierten que en este momento sería negativo brindar socorro a países
como España, ya que Latinoamérica tiene sus propias prioridades.
El analista Julio Gambina considera desaconsejable que América Latina
invierta 700.000 millones de dólares en reservas internacionales para el
salvamento de la bolsa europea. En su opinión, sería preferible para la
región invertir sus reservas internacionales en desarrollos
productivos, que modifiquen su dependencia del capitalismo europeo o del
capitalismo estadounidense.
Otros expertos van más allá apelando a un espíritu patriótico e
histórico. Centran su análisis en que una eventual ayuda a España iría a
parar a las manos de quienes en el pasado defendieron políticas que
hundieron a Iberoamérica. El analista Atilio Borón afirma que “la
aplicación del modelo neoliberal ya ha provocado un holocausto en
América Latina y lo va a seguir haciendo en España”.
Pese a estas opiniones, son muchos los estados sudamericanos que se han
mostrado a favor de ayudar a Europa, y concretamente a España, que
podría servir de puente para influir en las economías comunitarias. El
BRICS ya ha manifestado que se plantea la posibilidad de respaldar
rescates a países de la UE.
La crisis europea, encarnada en España
La crisis europea, encarnada en España
España encarna a la perfección el estereotipo de lo que sucede ahora mismo en Europa. Su bonanza económica se ha visto dilapidada y ahora solicita a Latinoamérica que ampare sus imperiosas necesidades ante una crisis de deuda más que preocupante.
Lo dice nada menos que el presidente de Bolsas y Mercados Españoles,
Antonio Zoido, quien ve en la región sudamericana una salida más que
sólida a la situación de su país. Según él, ahora Latinoamérica va a
aumentar su peso en las economías mundiales, sobre todo europeas, dadas
sus reservas de capital y la presencia de tres países de la región en el
G20.
Se ha barajado la posibilidad de que algún país de la región, particularmente Brasil o México, aportara fondos, bien directamente comprando deuda o participando en el EFSF, o bien indirectamente, a través de una mayor presencia en el FMI. Este planteamiento hubiera sido inimaginable hace pocos años.
Se ha barajado la posibilidad de que algún país de la región, particularmente Brasil o México, aportara fondos, bien directamente comprando deuda o participando en el EFSF, o bien indirectamente, a través de una mayor presencia en el FMI. Este planteamiento hubiera sido inimaginable hace pocos años.
El cambio drástico en la situación económica
La línea divisoria entre los países ricos y los pobres hoy resulta muy difícil de trazar. Ahora son los más desarrollados quienes golpean a las puertas de las naciones emergentes.
Más allá de que esta ayuda se concrete o no, sin dudas es otro síntoma más de que hay todo un sistema económico que se está tambaleando. Y la balanza se ha desequilibrado hacia un lado que nadie esperaba: Latinoamérica llena sus arcas de manera sostenida a un ritmo de crecimiento que ronda el 5% anual, mientras que los países europeos tienen una expansión mucho menor. El sistema ha dado un vuelco.
Otro analista económico internacional, Pascual Albanese, considera que en primer lugar habría que tratar de incluir esto en un contexto más global. En este momento, el producto bruto del conjunto de los países emergentes desde hace un año es superior al producto bruto de los países altamente desarrollados. Esto es la primera vez que ocurre en la historia del capitalismo.
Y no se trata de una tendencia meramente regional. Por ejemplo, el caso argentino es una muestra del cambio. Hace apenas diez años el país estaba hundido en el caos económico, político y social. Y hoy, es uno de los más atractivos, incluso para los españoles que huyen de la crisis.
El periodista y corresponsal hispano Joan Biosca, casado con una argentina, que actualmente vive en Buenos Aires, compara las idas y vueltas mundiales de la última década: "Me acuerdo de que en 2001 estábamos viviendo en Barcelona con mi mujer, y la familia argentina de mi mujer nos decía: 'Quedaos en España.
Con la crisis, Argentina está que explota'. Pasados diez años, estamos viviendo en la Argentina y mi familia desde Barcelona me dice: 'Quedaos en Argentina. No vengáis a España porque España está que explota'. O sea que en diez años se ha dado vuelta absolutamente la tortilla".
Sea por solidaridad, afinidad política o bien en busca de intereses en un futuro próximo, lo cierto es que a Latinoamérica se le plantea la posibilidad de socorrer a aquellos a los que había visto crecer y ostentar. Ahora son estos países los que dependen de una decisión ajena para solucionar sus problemas, esta vez son otros los que tienen la sartén por el mango.
Artículo completo en: http://actualidad.rt.com/economia/global/issue_32597.html
MAS INFO: http://noticiasdislocadas.com/general/crisis-ecologica-la-catastrofe-economica.html