“Tenés que dormir bien”, nos repiten madres y médicos. Sabemos que tienen razón, pero nos es difícil llevarlo a la práctica y acostarnos a la hora adecuada.
Sin embargo, hay muchos
motivos por los que hacer el esfuerzo. Conocelos y cuidate.
Pero a la noche, cuando llega el momento de apagar la
tele, lavar los platos y elegir la ropa para mañana... Justo te llama tu
novio, te colgaste mirando las fotos que posteó tu hermana en Facebook o
tu mejor amiga te escribe por Whatsapp para contarte las últimas
novedades del chico que conoció en el trabajo.
¿Cómo hacés para ir a acostarte antes de la hora “indicada” para dormir las horas que te pide el cuerpo?
Es difícil. Lo sabemos. Pero hay más de una razón por las que hacer el esfuerzo.
Para empezar, el doctor Guillermo Montiel, médico neurólogo (Instituto Loria - Centro de Diagnóstico Dr. Enrique Rossi, Departamento de Sueño y Enfermedades Respiratorias) explicó que “la falta de sueño cuanti y cualitativamente adecuado (insomnio, apneas, sueño entrecortado) claramente repercute en nuestro estado de ánimo y en el sistema cardiovascular.
El sentimiento de bienestar y optimismo después de un sueño reparador contrasta notoriamente con el malhumor, la falta de concentración y el desgano que ocurre después de una noche de insomnio”.
Además, aclaró que, “de acuerdo con un estudio realizado durante 5 años, los índices de mortalidad fueron superiores en las personas que dormían muy pocas horas o mal, en relación con las que dormían placenteramente”.
Una hora más, una hora menos
Expertos de la Universidad de Surrey hicieron un estudio para evaluar cuáles son, justamente, las diferencias entre dormir más o menos de 7 horas. Para esto, reunieron a siete voluntarios que habitualmente duermen de 6 a 9 horas y los divieron en dos grupos: a algunos les pidieron dormir 6 horas y media; al resto, 7 horas y media. Después de una semana, analizaron su sangre.
¿Qué descubrieron?
Que cuando dormían una hora menos, los genes asociados con procesos como inflamación, respuesta inmune y respuesta al estrés se volvían menos activos, y se notó un aumento en la actividad de los genes asociados con la diabetes y el riesgo de cáncer. Lo contrario ocurría cuando se añadía una hora de sueño.
Sacá la basura
Mientras dormimos, nuestro cerebro sigue trabajando y, de hecho, cumple con una importante tarea, algo así como “sacar la basura”. La doctora Maiken Nedergaard, de la Universidad de Rochester, en Nueva York, realizó un estudio que demuestra una de las razones del llamado “sueño reparador”.
Es que descubrió que durante ese tiempo el cerebro realiza un mecanismo por el cual previene ciertas enfermedades a través de la expulsión de la “basura” producida por la actividad neuronal que se acumula durante el período de vigilia. “Dormimos para limpiar el cerebro. Es que el cerebro tiene energía limitada a su disposición.
Podés imaginarlo como organizar una fiesta en tu casa: podés entretener a los invitados o limpiar la casa, pero no podés hacer las dos cosas a la vez”, ejemplifica la especialista.
Los archivos temporales, al disco duro
Un periodista científico de la BBC, Michael Mosley, le puso el cuerpo a otro experimento: fue al Centro de Sueño del hospital John Radcliffe para que le pusieron un electroencefalograma portátil, un aparato que mediría su actividad cerebral mientras él dormía. Se fue a su casa, durmió siete horas y media, y al día siguiente se entrevistó con la doctora Katharina Wulff.
Había alcanzado rápidamente un sueño profundo, por lo que él supuso que había dejado descansar a su cerebro durante este tiempo.
Sin embargo, la doctora le explicó que en esos momentos es cuando trabaja más: “Una de las principales cosas que hace el cerebro es pasar recuerdos del archivo temporal al archivo de largo plazo, de manera que tengamos más espacio para recuerdos de corto plazo al día siguiente. Si no dormís en forma adecuada, estos recuerdos se pierden”, comentó.
Si sos de las que pensás en dormir menos en la semana y luego “recuperar” sueño el fin de semana, sabé que el cerebro no funciona así, porque los recuerdos deben ser “consolidados” dentro de las 24 horas. Por lo cual, no es un mito que si estás por rendir un examen, siempre es mejor que duermas bien.
Sueño adecuado, menos riesgos
Existen muchos efectos adicionales que puede producir la falta de sueño. Aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular (según un estudio de la Clínica Mayo, Estados Unidos), puede conducir a la osteoporosis (tal como señala un estudio del Colegio Médico de Wisconsin, Estados Unidos), la falta de sueño y puede hacer que el cuerpo produzca más sustancias químicas y hormonas que pueden conducir a enfermedades cardíacas (según un estudio publicado en European Heart Journal). fuente
MAS INFO: http://buenasiembra.com.ar/salud/terapias-alternativas/consejos-para-dormir-bien-optimizar-su-santuario-del-sueno-1406.html
¿Cómo hacés para ir a acostarte antes de la hora “indicada” para dormir las horas que te pide el cuerpo?
Es difícil. Lo sabemos. Pero hay más de una razón por las que hacer el esfuerzo.
Para empezar, el doctor Guillermo Montiel, médico neurólogo (Instituto Loria - Centro de Diagnóstico Dr. Enrique Rossi, Departamento de Sueño y Enfermedades Respiratorias) explicó que “la falta de sueño cuanti y cualitativamente adecuado (insomnio, apneas, sueño entrecortado) claramente repercute en nuestro estado de ánimo y en el sistema cardiovascular.
El sentimiento de bienestar y optimismo después de un sueño reparador contrasta notoriamente con el malhumor, la falta de concentración y el desgano que ocurre después de una noche de insomnio”.
Además, aclaró que, “de acuerdo con un estudio realizado durante 5 años, los índices de mortalidad fueron superiores en las personas que dormían muy pocas horas o mal, en relación con las que dormían placenteramente”.
Una hora más, una hora menos
Expertos de la Universidad de Surrey hicieron un estudio para evaluar cuáles son, justamente, las diferencias entre dormir más o menos de 7 horas. Para esto, reunieron a siete voluntarios que habitualmente duermen de 6 a 9 horas y los divieron en dos grupos: a algunos les pidieron dormir 6 horas y media; al resto, 7 horas y media. Después de una semana, analizaron su sangre.
¿Qué descubrieron?
Que cuando dormían una hora menos, los genes asociados con procesos como inflamación, respuesta inmune y respuesta al estrés se volvían menos activos, y se notó un aumento en la actividad de los genes asociados con la diabetes y el riesgo de cáncer. Lo contrario ocurría cuando se añadía una hora de sueño.
Sacá la basura
Mientras dormimos, nuestro cerebro sigue trabajando y, de hecho, cumple con una importante tarea, algo así como “sacar la basura”. La doctora Maiken Nedergaard, de la Universidad de Rochester, en Nueva York, realizó un estudio que demuestra una de las razones del llamado “sueño reparador”.
Es que descubrió que durante ese tiempo el cerebro realiza un mecanismo por el cual previene ciertas enfermedades a través de la expulsión de la “basura” producida por la actividad neuronal que se acumula durante el período de vigilia. “Dormimos para limpiar el cerebro. Es que el cerebro tiene energía limitada a su disposición.
Podés imaginarlo como organizar una fiesta en tu casa: podés entretener a los invitados o limpiar la casa, pero no podés hacer las dos cosas a la vez”, ejemplifica la especialista.
Los archivos temporales, al disco duro
Un periodista científico de la BBC, Michael Mosley, le puso el cuerpo a otro experimento: fue al Centro de Sueño del hospital John Radcliffe para que le pusieron un electroencefalograma portátil, un aparato que mediría su actividad cerebral mientras él dormía. Se fue a su casa, durmió siete horas y media, y al día siguiente se entrevistó con la doctora Katharina Wulff.
Había alcanzado rápidamente un sueño profundo, por lo que él supuso que había dejado descansar a su cerebro durante este tiempo.
Sin embargo, la doctora le explicó que en esos momentos es cuando trabaja más: “Una de las principales cosas que hace el cerebro es pasar recuerdos del archivo temporal al archivo de largo plazo, de manera que tengamos más espacio para recuerdos de corto plazo al día siguiente. Si no dormís en forma adecuada, estos recuerdos se pierden”, comentó.
Si sos de las que pensás en dormir menos en la semana y luego “recuperar” sueño el fin de semana, sabé que el cerebro no funciona así, porque los recuerdos deben ser “consolidados” dentro de las 24 horas. Por lo cual, no es un mito que si estás por rendir un examen, siempre es mejor que duermas bien.
Sueño adecuado, menos riesgos
Existen muchos efectos adicionales que puede producir la falta de sueño. Aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular (según un estudio de la Clínica Mayo, Estados Unidos), puede conducir a la osteoporosis (tal como señala un estudio del Colegio Médico de Wisconsin, Estados Unidos), la falta de sueño y puede hacer que el cuerpo produzca más sustancias químicas y hormonas que pueden conducir a enfermedades cardíacas (según un estudio publicado en European Heart Journal). fuente
MAS INFO: http://buenasiembra.com.ar/salud/terapias-alternativas/consejos-para-dormir-bien-optimizar-su-santuario-del-sueno-1406.html
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