martes, 23 de octubre de 2012

Los tránsitos astrológicos

Despertando potencialidades: los tránsitos astrológicos

POR JERÓNIMO BRIGNONE

Los aspectos que en su movimiento los planetas realizan sobre aquellos de la Carta Natal, son uno de los elementos fundamentales de la astrología predictiva. Qué nos dicen, una excelente herramienta para comprendernos mejor.

El astrólogo suele derivar de la Carta Natal diversas características fundamentales de la personalidad, sus principales potenciales a desarrollar y los desafíos a superar a lo largo de la vida. 

También tiende a ver con bastante nitidez qué situaciones concretas, agradables o problemáticas, pueden ser más recurrentes o de mayor impacto en su existencia. A veces el evento se perfila con una claridad estremecedora, a veces queda más abierto a la amplitud del simbolismo. 

Sin embargo, de la mera visión de la Carta el astrólogo no aventura cuándo exactamente puede ocurrir esa circunstancia. A lo sumo, temprano en la vida o si no en un tramo mucho más avanzado. ¿Por qué entonces está asociada históricamente la astrología a la predicción?

Las técnicas predictivas
Partiendo de la Carta Natal, el astrólogo observa otras Cartas derivadas (tales como la conocida Revolución Solar) y un conjunto de elementos a los que llama “técnicas predictivas”. La más simple de comprender y de mayor uso es la de los Tránsitos.

Consiste en el movimiento de los planetas en el cielo para un momento determinado sobre las posiciones de la Carta Natal, como si éstas hubieran quedado impresas para siempre de algún modo misterioso en el Zodíaco. 

Los ángulos que los planetas en su tránsito hacen a los factores de la Carta Natal son interpretados según lo que prometen en la misma y el simbolismo de los elementos involucrados. 

Los planetas más alejados del Sol en el sistema solar tienen un movimiento muy lento en el Zodíaco. Por lo tanto, los aspectos que van haciendo a la Carta Natal son de mayor importancia y suelen ocurrir una sola vez en la vida. Los más poderosos son la conjunción (unión o superposición a un factor de la Carta) y la oposición (exactamente enfrentados). 

En tránsito
El planeta que transita representa un proceso, generalmente proveniente del exterior, que a través de las experiencias y vivencias simbolizadas por el planeta o cúspide natal transitado, obliga a profundizar e integrar más madura y personalmente los contenidos del signo en el que éste se halla. 

También se tienen en cuenta los aspectos, la posición por signo y Casa natales y las Casas que rige del planeta que transita, así como los aspectos y posición por signo y Casa natales del regente del signo que recibe el tránsito. 

Como podemos apreciar, la interpretación es relativamente compleja. Pero ya de por sí la relación entre el planeta que transita y el planeta transitado permite suponer algunos procesos bastante previsibles. 

Urano: dando una nueva vuelta en la espiral 
Por ejemplo, Urano (a quien le toma 84 años dar la vuelta al Zodíaco) en este momento se halla transitando por unos años el signo de Aries.
Si alguien tuviera un planeta en ese signo, en algún momento Urano le haría conjunción (si ya no lo ha hecho), con un proceso cuyos picos de intensidad durarán aproximadamente un año. 

Suponiendo que el astro fuera la Luna, ésta ser verá desafiada su propia naturaleza por un elemento muy disímil, como es Urano, a ser más ella misma y, sobre todo, a despertar facetas todavía no exploradas de sus potencialidades en relación al signo en que ambos se hallan presentes. 

La Luna simboliza nuestras necesidades emocionales más primarias y la afectividad en general. El hecho de hallarse en Aries, primer signo de fuego impulsivo del Zodíaco, le confiere una necesidad de independencia y autoafirmación a tal punto agresivas (Aries está regido por Marte, el dios de la guerra), que puede mostrar un alto grado de reactividad y de irritabilidad defensiva. 

Urano, principio asociado también al individualismo y a cierta intensidad y brusquedad (como Aries), es un símbolo del cambio surgido a partir de nuevas visiones y perspectivas, que se suele operar en forma drástica y con bastante desapego. Y tanto la novedad como el desapego no son características propias de la Luna.

Por ello, la persona puede durante ese período experimentar una extrema irritabilidad y nerviosismo, así como circunstancias surgidas del afuera que la obliguen a desvincularse de situaciones arraigadas y a tener una nueva perspectiva de sí misma, experimentando en forma activa una separatividad que la lleva a autopercibirse de otro modo, a la larga más madura y cómodamente asentado en su necesidad de autarquía y de encarar sus afectos más plantada en sí misma.
Quizá los demás vivan esto como desamor, distancia o egoísmo a secas, pero sencillamente está asumiendo en mayor medida su naturaleza libre y autónoma en un modo a la larga por ello más reposado.

El discreto encanto de la Balanza
¿Pero qué ocurriría si esa Luna, en otra Carta, se hallare en el signo de Libra? Urano, desde el independiente y agresivo Aries, le haría una oposición. ¿Los procesos se asemejarían en algo? 

El inicio del mismo quizá tendería a ser vivido como más exterior: una pareja, un amigo, un jefe u otra persona impondrían nuevas condiciones de cambio desde una postura tal vez  agresiva o egoísta, presión en todo caso centrada en su pura autodeterminación. 

Libra es el signo de la balanza, asociado a las relaciones y a la búsqueda de equilibrar y contemporizar, siempre con el otro. Tiende a una cierta dependencia hacia ese otro, y esto se potencia con una Luna en ese signo, símbolo ya de por sí de dependencia. ¿Cómo lidia con la irrupción de esa postura contraria por parte de un agente exterior?

Gradualmente, expresando en forma similar a la Luna en Aries los síntomas de irritabilidad, la vivencia de separatividad, la tendencia al cambio.
Quizás, al fin y a la postre, efectivice algunas desvinculaciones afectivas para justamente reconocer en mejor medida cuáles son sus condiciones de vincularidad, tan importantes como necesidad primaria. O, si no, también, sencillamente, comprenda y aprenda a vincularse de un modo mucho más libre e igualitario, sin dependencias, reconociendo en mayor medida las necesidades y derechos de las dos partes involucradas.
Sea de uno u otro modo, será más ella misma, en cuanto a su apuesta a una vincularidad óptima. 

Los tránsitos se hallan entre las muchas técnicas predictivas que cuenta el astrólogo para comprender mejor un momento determinado del tiempo de la vida de un individuo, y por ello es interesante conocer dónde están moviéndose los planetas más lentos y saber qué potenciales de nuestra Carta Natal nos desafían a asumir de un modo más pleno.

Aprendiendo sobre nuestro cielo natal
Si sabemos nuestra hora natal, es muy útil enterarnos a través de algún servicio de la web tal como http://www.astro.com/horoscopo, dónde se hallan planetas natales y los planetas más lentos: abrirá nuevas perspectivas en nuestro autoconocimiento y desarrollo personal. 


Jerónimo Brignone es presidente y director del Caba, Fundación Centro Astrológico de Buenos Aires, entidad con más de 50 años de actividad y reconocimiento internacional. También dicta clases en la UBA. fuente

www.astrolcaba.com.ar 
MAS INFO: http://buenasiembra.com.ar/esoterismo/astrologia

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