Cambiar la forma de sentarnos al momento de defecar podría ayudarnos a eliminar 9 kilos de excremento que por lo general se quedan en nuestro interior.
Por comodidad, sensación de modernidad y además por las imposiciones de la industria, estamos acostumbrados a defecar sentados sobre una “taza de baño” de porcelana, sin embargo esto en realidad tiene efectos negativos en nuestra salud digestiva.
John
Wayne tenía unos 20 kilos de materia fecal en su cuerpo al momento de
su muerte, Elvys Presley tenía unos 23 kilos de popó en el cuerpo que no
desechó en vida.
La postura juega un papel muy importante al arrojar lo que nuestro sistema digestivo ha rechazado como “sobrantes”, algo que no debe permanecer en nuestro interior por razones de salud.
Cuando nos sentamos en el escusado para “hacer caca”,
el musculo puborrectal que controla la salida de materia fecal por el
ano, no se relaja adecuadamente y por lo tanto no deja salir todos los
desechos de nuestro cuerpo.
La posición adecuada para desecharlo todo es defecar en cuclillas, como se ha hecho desde hace miles de años. Esta postura hace que el musculo puborrectal permita el paso de la materia fecal libremente y nos deshagamos de al menos 9 kilos de escremento que de otra forma se quedaría en nuestro cuerpo.
La posición adecuada para desecharlo todo es defecar en cuclillas, como se ha hecho desde hace miles de años. Esta postura hace que el musculo puborrectal permita el paso de la materia fecal libremente y nos deshagamos de al menos 9 kilos de escremento que de otra forma se quedaría en nuestro cuerpo.
Es por eso que una compañía desarrolló
un dispositivo para adecuar nuestros modernos escusados y que podamos
defecar a la “antigüita”, se llama “Squatty Potty”, que es simplemente
un banco de plástico o madera especialmente diseñado para rodear la base
de los escusados.
Cuando una persona necesita defecar,
sólo tiene que sentarse como siempre en su “taza de baño”, pero ahora
deberá subir sus pies en el banco para crear la postura ideal. El método
sigue siendo cómodo, parece algo moderno y sobre todo, ahora si es
totalmente saludable, pues desecha todo “lo que nos sobra”.
Y es que algunos testimonios al respecto son aterradores. Se dice que John Wayne tenía unos 20 kilos de materia fecal en su cuerpo al momento de su muerte, Elvys Presley tenía unos 23 kilos de excremento en el cuerpo que no desechó en vida.
Fuente: SDP Noticias
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