martes, 28 de noviembre de 2017

LA PSICOLOGÍA DE LAS MENTIRAS.

Psicología de la mentira (I): Tipos de mentiras

LOS DOS TIPOS DE MENTIRAS.

Una de las razones de la mentira puede ser querer salvaguardar ante los demás una determinada imagen que pensamos que tienen de nosotros. En este caso, la principal razón para mentir es la vergüenza o intentar evitar el deterioro de la reputación y de la imagen.

Patrick White, «Una mentira, sin embargo, no encierra una cabal malicia cuando se profiere en defensa del honor».
Una parte de todo engaño es la de “formación de impresiones” o “manejo de impresiones“, al proporcionar información dirigida a crear una imagen socialmente adecuada de nosotros mismos.

La mentira cumple no sólo la función de ocultar la verdad
, sino también la de dar impresión favorable ante los otros, dando seguridad y protección, y y evitando la vergüenza pública y valoración negativa de los demás.
hombre y mujeres
Queremos proyectar ser más inteligentes, educados, atractivos, más poderosos o simplemente ricos de lo que en realidad somos. No se salva nadie de la “mentira”.

Existen diferencias de sexo cuando hablamos de la mentira. Los hombres quieren parecer más poderosos, ricos o inteligentes de lo que son, y  las mujeres quieren mostrar más interés por los demás del que tienen realmente.
La ambigüedad es una característica del lenguaje, que no debe considerarse negativa, ya que proporciona matices y riqueza a la comunicación humana.

Además, el lenguaje describe así mejor la realidad y se acerca más a ella, ya que muchos acontecimientos, sociales y privados, como nuestras emociones o los sentimientos que acompañan a un encuentro con una persona querida u odiada, no pueden describirse sin matices.
Edward de Bono, […] la posibilidad, la especulación y la fantasía son elementos de la comunicación humana”
El valor de la comunicación es más lo que sugiere que lo que refiere.

Si tuviéramos que revisar en cada conversación y frases, nuestras comunicaciones serían limitadas y aburridas, mermando nuestra capacidad de comunicación y nuestras posibilidades de interacción.

Queremos despegarnos de la realidad y si algo nos parece interesante, pensamos que debe tener algo de verdad o deseamos que así sea.

Las mentiras se disculpan más a unas personas que a otras.

Una persona puede ser considerada hábil, diplomática, o astuta y verse en ella la mentira como una cualidad positiva.

De algunas profesiones, como ocurre con los políticos, no se espera que digan siempre la verdad o que cumplan sus promesas.

Tampoco extraña en personas que socialmente encubren mentiras para no crear situaciones perjudiciales (indefensión aprendida). No nos debe extrañar que se les perdonen las mentiras o eso parece cuando hablamos de la misma.
Otto von Bismarck: “Cuando quieras engañar al mundo, di la verdad”.
Evelin Sullivan, “en su ensayo sobre la mentira”, nos habla de las condiciones que debe reunir la mentira para ser tolerable.

mentiras

Dentro de la psicología de la mentira para Sullivan pueden tener tolerancia social e incluso aplauso cuando se dan algunas de las siguientes circunstancias:

que sean ingeniosas y divertidas, que sean obra de un embaucador simpático o ingenioso, que no nos sintamos ofendidos por ellas, que sean hasta cierto punto inofensivas o que sus motivos no nos perjudiquen a nosotros en principio.

Existen dos tipos básicos de mentiras:

(1) Ocultación, escondiendo o callando un hecho u opinión.
Las mentiras de ocultación persiguen retener la información intencionadamente. 

La omisión de elementos en la comunicación lleva a una falsa interpretación por parte del destinatario o receptor.


Según la psicología de la mentira, el mentiroso engaña suprimiendo la verdad a través de silencios, descripciones vagas o muy generales, evasión de preguntas, emoción fingida, ira o indignación.

También es ocultación revelar la verdad a medias sin exponer elementos clave de la información que, siendo verdadera, esquiva el asunto, desvía la atención o provoca una interpretación errónea de los hechos.
Ámbar
Admitir la verdad de forma exagerada o errónea también es una forma de ocultación o mentira: “Sí, voy robando a la gente por la calle“.

Otra forma es utilizar términos, frases, expresiones o giros que desvirtúen o atenúen el hecho que se quiere ocultar.

Es una mentira difícil de admitir, es la más corriente y la más ventajosa para el mentiroso, ya que siempre hay una vía de escape.

Si se le descubre puede atribuir lo que dijo a un olvido
, a que no se le preguntó precisamente eso, a que no entendió las palabras que se utilizaron, a que creía que querían saber otra cosa o a que malinterpretó la pregunta…

(2) Falsificación o creación de una historia.
En la psicología de la mentira hablamos de falsificación que consiste en la presentación de información falsa o en la invención de una historia falsa para confundir o engañar.

El mentiroso proporciona datos, detalles o explicaciones como si fueran ciertos. Necesita para ello poseer buena memoria, anticipación y no perder la compostura.

Si la mentira no consigue su objetivo de engañar a los demás debe volver a la falsificación, inventando más cosas, o admitir parte o toda la verdad.
El descubrimiento es inadmisible para los engañados e inaceptable para el mentiroso ya que no tiene escapatoria.
Stop!
Los mentirosos saben cuando pueden usar la mentira de ocultación o la de falsificación (la primera ofrece siempre más vías de escape y la falsificación exige esfuerzo mental).
Construir una historia falsa cuesta siempre más que exponer la realidad.
Su elaboración requiere esfuerzo, debe ser compatible y consistente con los datos que conoce el destinatario.
Para detectarlas se busca, entre otros datos, la congruencia entre los distintos elementos de la información que va proporcionando e indicios del mayor esfuerzo mental que requiere este tipo de mentira.
Según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (DRAE), mentir es “decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa”.

Consecuentemente, mentira es la «expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa».

Engañar es «dar a la mentira apariencia de verdad» o «inducir a alguien a tener por cierto lo que no lo es, valiéndose de palabras y de obras aparentes o fingidas».
Para concluir este capítulo si no atenemos a la psicología de la mentira, el mentiroso alberga siempre miedo, fundado o no, a que la verdad se sepa.

Además tiene miedo a ser menos que los demásmiedo a no conseguir un objetivo profesionalmiedo a perder la confianza de los suyosmiedo a que no les quieran o aprecien, miedo a que no les respeten y miedo a perder o a no ganar algo. fuente

Psicología de la mentira (II): Comunicación no verbal del engaño

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