10 animales que el fotoperiodismo hizo famosos en el año 2011
Este ha sido un año lleno de instantáneas para la posteridad protagonizadas por animales.
Desde Lukanikos, el perro anarquista de las revueltas de Grecia, hasta la zarigüeya bizca Heidi, no son pocas las especies que han saltado de su anonimato natural a las portadas de periódicos y partes de telediario, gracias a bellas e impresionantes imágenes que han dado la vuelta al mundo.
1- El macaco fotógrafo que se hizo un autorretrato
La historia de esta foto la cuenta el fotógrafo
David Slater, que estaba visitando un parque nacional en la isla de Sulawasi, Indonesia, cuando dejó la cámara desatendida por unos instantes.
Una hembra de macaco negra se interesó por el aparato y empezó a disparar fotos a diestro y siniestro, incluyendo este sensacional autorretrato:
“La curiosidad surgió al verse reflejada en la lente. Se ve que enseña los dientes porque probablemente fuera la primera vez que se veía reflejada.
Luego, disparó accidentalmente el pulsador y el sonido debió de hacerle incluso más gracia”, contaba David en el
Daily Mail en julio pasado.
2- Lukanikos, el perro indignado
Lo descubrió el periódico británico
The Guardian, bajo el título
Kanelos, el perro griego manifestante.
Pero no atiende por Kanelos, sino por
Lukanikos (el nombre de una salchicha de cerdo) y su presencia en las manifestaciones de Grecia, acompañando a los ciudadanos, e incluso ladrando a las fuerzas del orden, lo ha convertido en toda una estrella. “
La mascota de los griegos, el que siempre está en primera línea” tiene hasta su propio grupo de Facebook.
3- La foca pelirroja y cegarruta
La encontró el fotógrafo Anatoly Strakhov en la Isla de Tyuleniy, en Rusia. Un bebé de foca con las aletas rosadas y los ojos azulísimos que esperaba escondida a que su mamá volviera para darle de comer.
Pero la cría estaba medio ciega, lo que unido a su color anaranjado del pelo (reflejo de la gran concentración de hierro en la sangre) hizo que su clan le abandonara a su suerte.
Así que Strakhov decidió adoptarla, llevándola a un delfinario donde se ha convertido en “la foca pelirroja” desde su llegada.
4- El bebé-marsopa del tsunami
Voluntarios japoneses de rescate de animales salvaron a un bebé de marsopa de un campo de arroz, después de que el tsunami le arrastrara 2 kilómetros tierra adentro el pasado 11 de marzo.
Ryo Taira (en la foto) y su grupo estaban en la zona devastada alrededor de Sendai intentando localizar a gatos y perros desaparecidos, cuando recibieron una llamada de teléfono de un vecino.
“Hay un delfín en los campos de arroz!“ No era delfín sino marsopa. O más bien, un
Neophocaena phocaenoides , que es casi como un delfín, pero sin aleta dorsal.
5- Shrek, la oveja más lanuda del mundo (R.I.P)
Nueva Zelanda despidió a principios de junio, y con honores, a su oveja más famosa, Shrek, una oveja merina que saltó a la fama en 2004 cuando fue encontrada en una cueva en la que llevaba escondida seis años para evitar que la trasquilaran.
En su largo encierro a Shrek le creció la lana hasta convertirse por derecho propio en la oveja más lanuda del mundo.
Entre los hitos en sus 17 años de vida están conocer al primer ministro neozelandés, Helen Clark, y al presidente chileno, así como viajar al Sky Tower o navegar sobre un iceberg en la costa de Otago.
“Shrek se convirtió repentinamente en una estrella del rock y nunca renegó de su destino. Amaba a los niños y a los ancianos” escribió su dueño John Perriam en su epitafio.
6- Heidi, la zarigüeya bizca
Primero fue
el malogrado osito Knut, después el pulpo Paul y ahora los alemanes han adoptado como nueva mascota a un animal de mirada enigmática que se está convirtiendo en un fenómeno social.
Se trata de
Heidi, una zarigüeya del Zoo de Leipzig que ya ha inspirado una canción con éxito en YouTube, un videojuego, juguetes y cuenta con docenas de miles de seguidores en Facebook. Su mirada penetrante le ha hecho a ser candidata, incluso, a presentar los Oscars.
7- “Frank y Louie”, el gato con dos caras
“Frank y Louie” es el gato más longevo que ha sobrevivido con dos caras: 12 años sin perder su personalidad. Tiene dos bocas, dos narices y tres ojos. Y un sólo cerebro, por lo que las caras reaccionar al unísono en insólita compenetración.
El trastorno se llama
diprosopus, o la duplicación craneofacial, una afección poco común que causa la duplicación de la cara y, a veces, de los lóbulos frontales cerebrales. Los felinos con esta afección a menudo se llaman “gatos Janus” en honor al dios romano que tenía dos caras.
8- Happy Feet, el pingüino desorientado (R.I.P?)
“Happy Feet” ha sido el segundo héroe nacional neozelandés que no ha llegado a las navidades. Era el pingüino emperador al que le falló el sentido de la orientación y terminó en Nueva Zelanda, a 3.000 kilómetros de su hogar en la Antártida.
Fue devuelto al océano a principios de septiembre. El pingüino fue deslizado por un tobogán especial en un lugar ignoto cerca de cerca de la isla Campbell, un poco como el que lanza el cuerpo de Bin Laden a la buena de Dios.
El animal, de tres años, llevaba consigo un rastreador por satélite en la pata, un instrumentos que dejó de emitir dias después cuando Happy Feet, presumiblemente, fue devorado por un tiburón.
9- Vadik, el león que pasea sin correa
La Sr. Zukhro, una empleada del zoológico de la ciudad de Dushanbe, la
capital de la república de
Tayikistán, es la que camina con
Vadik, un león macho de 18 meses de edad.
Los empleados sacan a Vadik de la jaula dos veces a la semana para estirar las patas y dar un paseo a lo largo del territorio del zoológico.
Para ello deben llevar un gran pedazo de carne entre sus manos con el que atraer la atención del felino que, al grito de “junta!”, anda pegadito al cuidador mientras dan el garbeo.
10- Bella y Bestia…eran. (R.I.P)
En 2009 el mundo entero esbozó una sonrisa ante
el tierno afecto profesado entre la perra
“Bella” y
“Tarra”, un enorme elefante asiático.
Ambas se habían encontrado seis años antes, a su llegada al
Santuario para Elefantes de Tenessee. Desde entonces fueron inseparables, corrían, se bañaban, dormían y jugaban juntas en los 9 kilómetros cuadrados de la reserva.
La mala suerte quiso que el mes pasado los días de Bella terminaran entre las hambrientas fauces de una manada de coyotes, en uno de los pocos momentos que cánido y paquidermo pasaban separados.
Cuando Tarra acudió para salvar a su amiga contempló con horror que había llegado demasiado tarde.
Tarra no permitió que el cadáver de su eterna camarada fuese pasto de las alimañas. Transportó el cuerpo a casa con su trompa ensangrentada para darle el último adiós.