La inteligencia como tal es un concepto que depende de muchos factores inherentes a cada persona y, de cierta forma, se podría decir que existen distintos tipos de inteligencia.
Probablemente muchos hayan tenido contacto en su vida cotidiana con personas que podrían considerarse muy inteligentes en algunos aspectos, pero que quizás no suelen tomar las mejores decisiones o que desaprovechan ese potencial dado por su inteligencia, por lo que la inteligencia siempre está muy vinculada a la personalidad de cada uno, y es ahí donde ingresa el concepto de inteligencia emocional.
Si alguna vez escucharon hablar de esto, seguramente se preguntaron qué quería decir exactamente, por lo que les proponemos ver detalladamente qué es la inteligencia emocional.
Coeficiente intelectual
Por mucho tiempo, la comunidad científica en sus estudios y observaciones hizo mucho énfasis en aspectos de la inteligencia tales como la capacidad de deducción lógica, habilidades matemáticas, entendimiento de analogías, habilidades espaciales y verbales, entre otras, que se utilizaban para describir los rasgos de inteligencia presentes en cada persona.
Pero poco a poco se comenzó a notar que, si bien el coeficiente intelectual dado por la evaluación de estas habilidades podía predecir en gran medida el desempeño en actividades académicas o, hasta determinado punto, el éxito profesional o personal, algo faltaba en la ecuación, ya que personas muy capacitadas de acuerdo a estas habilidades, no lograban desempeñarse de la mejor manera en la vida, o no podían hacer valer todo el potencial de éstas en su vida cotidiana.
De esta manera, varios científicos comenzaron a desarrollar el concepto de inteligencia emocional, entendida como la habilidad que cada uno posee para identificar, evaluar y controlar sus propias emociones, así como también la de otros o la de un grupo de personas.
Esto permitió explicar ciertos comportamientos observados en personas con un alto coeficiente intelectual que las conducían a pensar, actuar y comunicarse de maneras que obstaculizaban su desempeño en las actividades más corrientes y cotidianas.
Coeficiente de inteligencia emocional
Surgieron entonces distintos tests para evaluar la inteligencia emocional que resultaron más fieles y acertados respecto al comportamiento de las personas y permitieron ver que, más que el coeficiente intelectual tradicionalmente evaluado, era el coeficiente de inteligencia emocional el que determinaba que algunas personas tuvieran un mejor desempeño y por tanto mayor éxito en la vida.
La inteligencia emocional se puede evaluar realizando muchas preguntas diferentes acerca de cómo uno se siente, cómo piensa, o cómo actúa en determinadas situaciones, que involucran a uno mismo o a otras personas como amigos o compañeros de trabajo.
También hay recomendaciones realizadas por especialistas que permiten, luego de una evaluación, mejorar determinados aspectos. Estas recomendaciones pueden ser variadas, pero una alternativa es la meditación.
A la hora de pensar en nuestra propia inteligencia emocional es fundamental ser honesto con uno mismo y reconocer que pueden existir aspectos de nuestras emociones que, por alguna razón, aún no conocemos o incluso no hemos aceptado, para luego sí poder conocernos más a fondo y actuar, pensar y sentir de la mejor manera. fuente
MAS INFO: http://buenasiembra.com.ar/salud/psicologia/controlando-sus-emociones-%E2%80%93-joyce-meyer-1270.html
http://buenasiembra.com.ar/salud/psicologia/el-poder-de-las-emociones-%E2%80%93esther-jerry-hicks-1058.html
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