martes, 25 de octubre de 2016

Dibujos inéditos de Berni

Dibujos inéditos de Berni: de Monzón a la Dictadura

Una carpeta encontrada en una mudanza guardaba casi 400 obras desconocidas del pintor. 


Argentina, 1980. Parte de los dibujos hallados retratan la Dictadura./ © José Antonio Berni y Luis E. De Rosa


Julia VIllaro

El arcón del arte puede guardar sorpresas. Dibujos desconocidos de Antonio Berni, por ejemplo.

Y entre ellos una cuantiosa serie de trabajos sobre la última Dictadura argentina. Sus referencias son inconfundibles: militares uniformados que amarran y golpean gente en las calles mientras el Ford Falcon espera en el margen de la hoja; figuras apresadas en celdas y calabozos; escenas explícitas de tortura.

Hasta los llamados “Vuelos de la muerte” tienen lugar en esta crónica plástica de terrorismo de estado que Berni mantuvo, probablemente por miedo, en el sigilo. Colores rabiosos –que recuerdan por momentos a los expresionistas alemanes que pintaron el nazismo- y desasosiego en el trazo: un grito mudo en medio del silencio forzado.



Pero no sólo eso había en el "arcón". Un depósito, una carpeta: casi cuatrocientos dibujos inéditos de Antonio Berni –uno de los artistas fundamentales de la plástica argentina de todos los tiempos- hallados de manera azarosa e inesperada.

La procedencia de los papeles sigue siendo información confidencial, pero este miércoles más de la mitad de ellos llegan a las paredes del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. Revelaciones sobre papel, la muestra curada por Marcelo Pacheco, será entonces una oportunidad única para apreciar, como nunca antes, que Berni fue además del singular pintor y grabador que conocíamos, un dibujante compulsivo, expresivo,y ante todo, versátil.


Rostros. Otra de las obsesiones de Berni. /Diego Waldmann


No por fortuito fue el hallazgo menos significativo: entre los papeles que Pacheco organizó e identificó a pedido de un fondo de inversores convocado por Amparo Díscoli -directora de la galería Cosmocosa- hay de todo. Tintas, acuarelas y hasta óleos sobre papel conviven con geniales garabatos a fibra, fotomontajes y lápiz. Casi sesenta años de producción de un artista prolífico que dibujó en todos los momentos de su vida, que atravesó además gran parte del agitado siglo XX.

Desde escenas familiares y estudios de taller hasta el Mayo del ´68, pasando por la muerte del Che y las exploraciones por el espacio; todo convivió durante años en esa carpeta olvidada que una inminente mudanza invitó a encontrar en el depósito de una casa. Se trata entonces de un hallazgo que no sólo tiene un inconmensurable valor plástico sino también histórico.


Revelaciones sobre papel no es sólo una de las pocas, sino por mucho la más grande de las exhibiciones de dibujos de Berni que hayan podido verse, tanto en vida como después de la muerte del artista. Y sólo cuenta con algo más de la mitad de los dibujos encontrados. Para garantizar un abordaje ordenado de las obras Pacheco los dividió en nueve ejes temáticos, muchos de los cuales se reiteran en la producción de Berni; entonces cada uno de ellos permite apreciar el desarrollo de las búsquedas plásticas del artista a través de toda su carrera. También sus obsesiones.



Como Robert Capa. Berni dibuja la foto "Muerte de un miliciano", tomada en la Guerra Civil Española.


Que a Berni le fascinaban los ojos queda evidenciado en los numerosos retratos, uno de los ejes temáticos presentes en la muestra. Una especie de hegemonía de la mirada impera en todos esos rostros: desde los mesurados “retratos burgueses” –algunos de los cuales el artista realizaba por encargo- hasta los estudios más íntimos y menos convencionales que hacía -a lápiz, a tinta, a rabiosos fibrones- de su mujer y su hija. Todos dejan en evidencia su pasión por las fisonomías. También lo hacen sus bocetos, donde manos, orejas, piernas o globos oculares proliferan, sueltos, por el blanco de la hoja.


También los paisajes se reiteran y cambian. De trazos enfáticos y espontáneos están hechas sus vistas de Santiago del Estero, suerte de crónica visual del viaje que el artista realizó en la década del 50 por algunas provincias argentinas. En ellos la soledad se condensa en algunos yuyos ralos y la aridez en el grafito que Berni elige para representar esos territorios. Muy diferente es el tratamiento que confiere al paisaje en su serie Mar del Plata: de las vistas austeras y algo melancólicas del interior, Berni pasa con soltura a representar la opulencia de las casas más ricas del balneario (que durante la primer mitad del siglo XX fue inconfundible símbolo de status de la alta sociedad porteña).


Más allá y más acá de su célebre Ramona Montiel, son conocidas sus escenas de burdeles y desnudos femeninos. Sorprende sin embargo por su más “alto voltaje” el hallazgo en la carpeta de una serie depapeles eróticos “no aptos para todo público”: humanos y animales extraños participan en ellos debacanales y orgías, y forman parejas más grotescas que sensuales.


La serie sobre Carlos Monzón es una curiosidad histórica. Dibujos de pocas líneas que parecen –por su planteo espacial y gestual- abrevar en el cómic, llevan al extremo la versatilidad de un artista que se movía con igual comodidad entre las estéticas más disímiles, porque siempre lograba hacerlas propias. Los dibujos a fibra –en los que se ve a Monzón y al venezolano Rodrigo Valdez -su contrincante- arriba del ring en azules, rojos y amarillos, fueron un encargo que “Gente” realizó al artista en 1977, e ilustraron la cobertura que la escritora Silvina Bullrich también realizó para la revista de la última pelea del boxeador argentino.


Cobertura. En 1977, el pintor ilustró una pelea del boxeador argentino. /© José Antonio Berni y Luis E. De Rosa

Mención aparte merecen sus dibujos políticos. Joven afiliado al Partido Comunista, su militancia había sido siempre conocida y manifiesta. No sorprendió entonces el hallazgo, entre estos papeles, de soldados de la milicia republicana durante la Guerra Civil Española, campesinos de la guerrilla de Corea o apuntes del Mayo Francés o la Masacre de Tlatelolco en México.

Dibujante voraz, los papeles de la muestra revelan que Berni fue mucho más que un pintor que bocetaba. La imagen en papel fue para él apunte, pero también un discurso en sí mismo, que desarrolló con soltura y desenfado. De ahí la inmediatez de algunos trazos, contra el gesto más acabado de otros. En todos, el toque sutil de la ironía: aquello que hace que sus camaleónicas imágenes resulten siempre, sin embargo, inconfundibles..

FICHA

Dónde: Museo de Arte Moderno, San Juan 350.

Cuándo: Del 26/10 al 17/2.

Horarios: Martes a viernes de 11 a 19. Sábados, domingos y feriados, hasta las 20.

Entrada: $20. Los martes es gratis.

MAS INFO: http://buenasiembra.com.ar/arte/index.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario