Hoy en día, puede verse afectada por el consumo desmedido de comidas rápidas con alto contenido de harinas blancas, azúcares y productos industrializados (dieta ácida).
Contrariamente a lo que la mayoría de la gente supone, los efectos de una alimentación sin frutas ni verduras se hacen notar también en el corto plazo. Así, empiezan a aparecer enfermedades o malestares que nos dan señales de alerta para hacer las modificaciones necesarias en la dieta.
Todo lo que comemos nos afecta positiva o negativamente, tanto lo que ingerimos como lo que omitimos consumir.
Nuestra dieta modifica nuestro pH corporal y nuestras células, y es parte de un estilo de vida que no solo altera la cantidad, sino también la calidad de los años que vivimos.
La dieta alcalina se caracteriza por la reducción de alimentos ácidos (como la carne, el queso o la pasta) y el aumento de los alcalinos, como la fruta y los vegetales.
Uno de sus objetivos es llevar el pH (potencial de hidrógeno) de la sangre a un nivel bajo de alcalinidad, alrededor de 7,4.
Entonces… ¿Qué es el pH?
El pH de la sangre es un número que se deduce de la relación del bicarbonato sanguíneo y del dióxido de carbono. Todos respiramos, inhalamos oxígeno y exhalamos dióxido de carbono, el cual, si se acumula, y nos intoxica.
Por esta razón, el pH es una ecuación para darnos un valor absoluto de la relación entre el bicarbonato (una sustancia alcalina destinada a equilibrar la acidez de nuestro cuerpo), y el dióxido de carbono (una sustancia ácida que se excreta).
A mayor bicarbonato, menos dióxido de carbono, y viceversa, ya que uno tiene que transformar al otro. pH significa “Potencial de Hidrógeno” y su escala va desde el 0, que es lo más ácido, a 14, que es lo más alcalino. Lo normal para nuestra sangre es 7, que es un intermedio.
Siendo el pH una relación del bicarbonato sobre el dióxido de carbono, nos tiene que producir un producto final de 7,4 para nuestra sangre. Así hay un equilibrio entre estas dos sustancias. El ph 7,4 es para la sangre, pero dentro de cada célula puede variar y no es estable, dado que aquí hay variaciones de los productos que se incorporan y se excretan.
La acidosis
Vulgarmente se llama “dieta ácida” a una alimentación rica en azúcares y harinas refinadas, mayores productores de lactato, fosfato y ácidos orgánicos que producen una acidosis en todo el cuerpo.
Los alimentos que producen un medio ácido son las harinas blancas, de trigo, de arroz, los derivados de panificación (galletitas, panes, pastas, facturas), carnes de vaca y de cerdo, mariscos, chocolates, condimentos (ketchup, mostaza, vinagres, etc.), pickles.
Las bebidas ácidas son: el alcohol en todas sus variables (vino, cerveza, bebidas blancas), los derivados pasteurizados, como las leches descremadas, el café, el té común, el mate, algunas gaseosas, y las bebidas que contienen edulcorantes y aromatizantes. También las bebidas dietéticas, que tienen aspartano y ciclamato, altamente acidificantes.
Si ingerimos predominantemente estos alimentos y bebidas, y carecemos de alimentos que producen su contracara (alcalinidad), favorecemos el crecimiento de bacterias en nuestro intestino, que se alimentan, se reproducen y generan más acidosis.
Además, este tipo de alimentación produce constipación, lo cual cierra el circuito al incrementar la reproducción de bacterias.
Un medio alcalino
Cuando los alimentos refinados no existían, la alimentación del hombre era a base de lo que aportaba la tierra. Es decir, que comía frutas que podía recoger directamente de los árboles, vegetales que cultivaba, y carnes de animales que lograba cazar.
Hoy podemos afirmar, con rigor científico, que las enfermedades que producen la mortalidad en un 70% de la población mundial se relacionan con este cambio en la alimentación.
Los alimentos que producen un medio alcalino son brócolis, espinacas crudas, perejil, apio, ajo, remolachas, higos negros, pasas de uva, avellanas, castañas, aceitunas, porotos, lentejas, paltas, cerezas, manzanas, dátiles, papayas, peras, zucchinis, chauchas, tofu.
Un gran alcalinizante es el limón, porque tiene un pH 3,5 y contiene vitamina C, que es ácido ascórbico, y también contiene bicarbonato de potasio que va a interactuar con el bicarbonato de sodio de nuestro organismo aumentando su nivel.
Otro de los compuestos del limón que alcanilizan de nuestro cuerpo son los flavonoides. Estos tienen, además, acciones antioxidantes. A su vez, el limón contiene magnesio, que es un mineral alcalinizante.
Si comemos predominantemente vegetales, tenemos un aporte en el cuerpo de bicarbonato que produce un estado de alcalinidad en forma natural. Los vegetarianos ya descubrieron esto, pero no es necesario hacerse vegetariano para lograr bajar la acidosis de nuestro cuerpo.
Con dietas carnívoras el cuerpo se adapta y compensa muy bien la acidosis que pudiera tener por la falta de las verduras y frutas. Lo que el cuerpo no llega a compensar y, por lo tanto se enferma, es lo que ingresa como hidratos refinados (azucares y harinas) que, además se ingieren en grandes cantidades por tener un efecto adictivo comprobado sobre nuestro cerebro.
Ideas para alcalinizar la comida
* Siempre que se coman comidas acidificantes es bueno tomar 1/2 vaso de una solución de 1/2 cucharadita de café de bicarbonato de sodio, diluido en 1 litro de agua.
* Remojemos las legumbres durante la noche en el agua de cocción de repollo blanco. Al día siguiente, cuando las cocinemos habrán liberado sus residuos ácidos.
* Cuando se cocinan salsas a base de tomate, es bueno agregarles agua de cocción del repollo blanco.
Si agregamos a todas las ensaladas 1/2 hoja de repollo blanco logramos alcaliniazarlas.
* A lo largo del día, a modo de colación podemos comer entre 6 y 8 unidades de nueces, almendras o castañas, como elementos alcalinizantes.
* De noche, es bueno terminar el día con una limonada hecha con el jugo de un limón, agua y jengibre.
* Una vez por semana conviene hacer una dieta líquida en base a jugos de frutas y verduras frescas sin límite.
* Un excelente jugo alcalino es: 2 hojas de repollo blanco, 3 tallos de brócoli, 3 ramas de perejil, 1 zanahoria y 3 tallos de apio. Colocarlos en la juguera o en la procesadora con agua. fuente
Por la Doctora María Alejandra Rodríguez Zía, médica clínica y endocrinología UBA.
MAS INFO: http://buenasiembra.net/salud/alimentacion/index.html
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