sábado, 15 de noviembre de 2014

Los secretos raros de los hongos...

9 hechos raros sobre hongos “mágicos”

A primera vista, el Psilocybe cubensis no parece muy mágico. Pero los que han usado el hongo, dicen que cambia el mundo del consumidor.

El hongo es una de las más de 100 especies que contienen psilocibina y psilocina, sustancias psicoactivas que causan alucinaciones, euforia y otros síntomas.
Por Sandra Segall·



hongo por hongo

¿Como puede ser que un hongo modesto pone el cerebro de cabeza? 
Sigue leyendo para descubrir los secretos raros de los hongos.

  1. Hongos que hiper-conectan el cerebro

Los compuestos en los hongos que contienen psilocibina pueden dar a los usuarios una sensación de “fusión de la mente”. Pero la realidad es que la droga hace justo lo contrario – la psilocibina en realidad aumenta la conectividad del cerebro.

En un estudio hecho por el King’s College de Londres, 15 voluntarios se sometieron a la exploración del cerebro mediante una máquina de resonancia magnética (IRM) . Esto se hizo una vez realizada la ingesta de una dosis de setas alucinógenas, y otra después de tomar un placebo.


Los mapas de conectividad cerebral mostraron que, bajo la influencia de la droga, el cerebro sincroniza la actividad entre las áreas que no se conectan normalmente.

Esta alteración en la actividad podría explicar el estado de ensueño que consumidores de hongos viven después de tomar la droga, dijeron los investigadores.

  1. Reducen la velocidad

Los hongos que actúan de manera extraña en el cerebro. La psilocibina funciona a través de la unión de receptores de serotonina, un neurotransmisor.


Aunque no está claro exactamente cómo esta unión afecta el cerebro, los estudios han encontrado que la droga tiene otros efectos cerebrales relacionados con la comunicación, además de una mayor sincronía.

En un estudio hecho por London Imperial College, las imágenes del cerebro revelaron una disminución de la actividad en las zonas de transferencia de información, como en el tálamo, una estructura profunda en el medio del cerebro en los voluntarios que tomaron la psilocibina.

  1. Los hongos pueden cambiar personas para siempre

Los psicólogos dicen que pocas cosas pueden alterar realmente la personalidad de alguien en la edad adulta, pero los hongos mágicos podrían ser una de esas cosas.

Un estudio de 2011 encontró que después de una dosis de psilocibina, la gente se puso más abierta a nuevas experiencias durante al menos 14 meses.

Las personas con personalidades abiertas se volvieron más creativas y más capaces de apreciar el arte, y valorar la novedad y la emoción.
La causa del cambio parece ser efectos de la psilocibina en las emociones.


La gente describe sus “viajes” con hongos como experiencias extremadamente profundas, y reportan sentimientos de alegría y de conexión con los demás y con el mundo que los rodea. Estas experiencias trascendentes parecen persistir.

  1. Los hongos te quitan el miedo
Otro efecto secundario raro de hongos mágicos: te quitan el miedo.

Un estudio de 2013 experimentando en ratones, encontró que cuando se dosificaron con psilocibina, los animales se volvieron menos probable a congelarse cuando oían un ruido que habían aprendido a asociar a una descarga eléctrica dolorosa.


Los ratones que no recibieron la sustancia también se relajaron gradualmente con el ruido, pero tomó más tiempo.

Los ratones recibieron una dosis baja de psilocibina, y los investigadores dijeron que esperan que este estudio en animales inspirará más trabajo sobre cómo se podrían utilizar las setas para tratar problemas de salud mental en las personas.

Por ejemplo, las pequeñas dosis de psilocibina podrían explorarse como una manera de tratar el trastorno de estrés post-traumático, señalaron los investigadores.

  1. Pueden crear viento

Las setas no sólo existen para que la gente se pueda drogar, por supuesto; ellos tienen sus propias vidas. Y parte de esa vida es la reproducción.


Al igual que otros hongos, se reproducen por medio de esporas, que viajan mediante la brisa del viento para encontrar un nuevo lugar donde crecer.

Pero los hongos a menudo viven en áreas protegidas y suelos forestales, donde el viento no sopla. Para resolver el problema de la difusión de sus esporas, algunos hongos (incluyendo los alucinógenos Amanita muscaria) crean su propio viento.

  1. La mayoría crecen en América Latina
Al menos 144 especies de hongos contienen psilocibina, el ingrediente psicoactivo. América Latina y el Caribe son el hogar con más especies, Mexico solo tiene 53.

Hay 22 especies de hongos mágicos en América del Norte, 16 en Europa, 19 en Australia y la región de las islas del Pacífico, 15 en Asia, y cuatro en África.

  1. Potencial como remedio

Recientemente, los investigadores han comenzado a experimentar con la psilocibina como un posible tratamiento para la depresión, la ansiedad y otros trastornos mentales.

Esta línea de investigación fue congelada por décadas y todavía es difícil llevar a cabo, dado el estado de la psilocibina como una droga.
  1. Un mundo místico
Durante la década de 1960 el psicólogo de Harvard, Timothy Leary, y sus colegas realizaron una serie de experimentos con los hongos mágicos: Psilocibina Proyecto Harvard.


Entre los más famosos fue el experimento en Marsh Chapel, en los que se les dio psilocibina o un placebo a los voluntarios antes de un servicio religioso en la capilla. Los que recibieron la psilocibina eran más propensos a reportar una experiencia espiritual mística.
  1. Animales pueden sentir los efectos
Los hongos con psilocibina crecen en la naturaleza, por lo que es quizás inevitable que los animales han ingerido alguna vez estos hongos mágicos.
En 2010, tres cabras enanas en un santuario de animales comieron unos hongos mágicos silvestres.


Según informes, las cabras actuaban de manera letárgica, vomitando y caminando en zig zag, se tomaron dos días en recuperarse completamente.
Renos de Siberia también tienen un gusto por los hongos mágicos. 


No está claro si los renos sienten los efectos, pero según un artículo escrito por Andrew Haynes en el Pharmaceutical Journal, los místicos de Siberia a veces toman la orina de renos que han comido setas, con el fin de obtener una experiencia alucinógena para los rituales religiosos.
Fuente: LiveScience
Sandra Segall Traducción: El Ciudadano

No hay comentarios:

Publicar un comentario