jueves, 5 de julio de 2012

YouTubers, la nueva “profesión” ...

YouTubers, la nueva “profesión” digital que crece en Argentina

Por Emilia Vexler



Clarín.com
entrevistó a algunos de los YouTubers más famosos del país para mostrarte cómo se puede vivir subiendo videos creativos a Internet y llegar a fin de mes al mismo tiempo.

Jóvenes, ocurrentes y divertidos, así son los YouTubers, los nuevos "profesionales" de Internet.
Como si se tratara de gladiadores en un coliseo romano, pero digital, la vida de estos chicos también se define en el pulgar para arriba o el pulgar para abajo. Pero lejos de la arena y la sangre, la lucha no es cuerpo a cuerpo, es video a video y la clave es una sola: tener cada vez más reproducciones en YouTube.

YouTube
es la plataforma de videos de Google, con base en 24 países, que reproduce tres mil millones de videos por día. El 75% de su contenido nace fuera de los Estados Unidos y tiene su propia comunidad ".com.ar" en la Argentina.

En medio de esa vorágine de uploads y downloads nacieron los YouTubers, quienes viralizan sus videos por las redes sociales hasta conseguir un rédito económico. Estados Unidos los vio nacer, pero entre ellos ya hay también productos con sello argentino.
Hablale a la camarita

En 2008, a Malena Pichot se le dio por parodiar su depresión. Tenía una Mac y un programa de edición al que le quiso meter mano. Grabó una serie de sketchs contando cómo atravesaba el duelo de un ex novio que la dejó.

Ella, una gatita llamada Emily y excéntricos personajes estables y rotativos conformaron la constelación bizarra de un verdadero éxito YouTubeano: "La loca de mierda". Para mediados de 2009, sus videos ya habían sido vistos más de 10 millones de veces. Hoy, Malena, lejos de la "loca de mierda" que fue, trabaja en "El hombre de tu vida" con Guillermo Francella y ya no quiere hablar de su pasado youtuber.

En Estados Unidos, a Justin Bieber, el ídolo teen pop del momento, lo conocieron por YouTube. Acá no nos quedamos atrás y también creamos a un astro adolescente: Julián Serrano, un chico entrerriano que a sus 21 años es el más exitoso producto argentino dentro de las 48 horas de video que por minuto se suben a esa plataforma de Internet.

Bailar sin remera, mostrando sus abdominales perfectos, puede ser motivo para que miles de quinceañeras le den un "me gusta" a sus videos. Pero vale decir que la clave del éxito de Julián es su espontaneidad para decir, siempre frente a su web cam, cuán visceralmente odia a Justin Bieber.

Ese único video en el que se lo ve imitándolo de manera despectiva logró más de 2 millones y medio de vistas y le consiguió sponsors suficientes como para poder dedicarse a lo que más le gusta: filmarse, editar, mostrarse y hacer reir a sus seguidores adolescentes.

Somos YouTubers, queremos "YouTubear"


Valentín Acevedo, alias "Vedito", y Martín Domingo,"Kion", son dos Youtubers cordobeses que con 24 años pertenecen a la ola pionera de ese ambiente en Argentina.

Ellos tienen su propia tarjeta de presentación: "Intentamos salvar el mundo con humor, música, videos, animaciones y fernet".

Ambos crearon "Cuadradito y Circulito", una serie animada que con solo 2 capítulos, el tercero está en producción, superaron las cuatro millones de vistas en YouTube y hasta tienen un club de fans y todo. "Lo que más nos motiva para hacer esto es el feedback de la gente.

Estamos en un lugar en el que muchos querrían estar y al mismo tiempo le mostramos a esos chicos que ellos también pueden hacer lo mismo", dice "Kion" desde Barcelona, ciudad a la que viajó por placer y en la que se quedó trabajando como YouTuber.

"En televisión es más fácil que venga un auspiciante y te ponga plata. Acá ven el éxito y al momento de poner el dinero se asustan y hay que convencerlos un poquito más", le dice "Vedito" a la cámara de Clarín Web TV con la misma soltura que en todos sus videos.

Vedito explica que la vida de un YouTuber es divertida pero complicada: "Tenés que ser tu community manager, el que vende, tu productor, tu editor, ¡tu novia!".

También en compañía, Juan Manuel Paradiso y Juan Arnone, desde 2009 hacen una parodia de "Nivel X", un programa de TV sobre videojuegos que salía por Magic Kids.

Con un humor negro que causa gracia a algunos y enoja a otros, escenas bastante hot y una peluca negra de por medio, estos dos YouTubers lograron 40 millones de visitas entre todos sus canales de YouTube.

"Con la plata que juntamos, compramos más cámaras, mejoramos los efectos especiales y nos seguimos divirtiendo", dice Juan Manuel, que aclara que "la plata no se gana con las preproducciones en YouTube sino con la publicidad que seguramente vas a tener si mucha gente ve tus videos".

Andrés Borghi filma cortos desde los doce años y, a diferencia del resto de los YouTubers entrevistados para esta nota, él estudió para hacer lo que hace.

Es un director de cine under que está por estrenar su nueva película, una parodia sobre el género de acción llamada "Nacido para morir".

"Llegué un poco tarde a YouTube, siempre produje cosas antes de que esa plataforma existiera, pero ahora cualquier cosa que hago la subo a YouTube y sobrevivo haciendo esto", explica Andrés, un chico muy tímido de 29 años que produjo, dirigió y actuó en su corto "Otakus", con el que, burlándose del fanatismo por Dragon Ball Z, llegó al millón de reproducciones.

Andrés pasó de subir videos a YouTube a viajar a Nueva Zelanda para filmar un corto con Peter Jackson, el director de "El Señor de los Anillos"
. "Una amiga me habló de un concurso en el que había que mandar un guión de tres minutos describiendo por qué Nueva Zelanda era el país más moderno del mundo.

El premio para los cinco finalistas era viajar allá y filmar el corto con equipo profesional y después Peter Jackson elegiría al ganador...¡y gané!", dice Andrés con un poco más de color en los pómulos.

En un país donde ser community manager ya es toda una profesión, habrá que ver qué pasa con los YouTubers....mientras tanto, ellos seguirán sumando clicks a sus videos.Fuente

viernes, 29 de junio de 2012

El mayor coleccionista sudamericano de los Beatles.


Juan Alberto Badía.El mayor coleccionista sudamericano de los Beatles. (Germán Adrasti)
Juan Alberto Badía.El mayor coleccionista sudamericano de los Beatles. (Germán Adrasti) Ampliar

Juan Alberto Badía.El mayor coleccionista sudamericano de los Beatles. (Germán Adrasti)

Juan Alberto Badía. (en homenaje)
El mayor coleccionista sudamericano de los Beatles.
(Germán Adrasti)

El quinto beatle



Fan y especialista Descubrió a los de Liverpool a sus 17 años, y fue el gran difusor de su música en la Argentina.
29.06.2012
Nunca imaginé que me iba a convertir en un difusor de la música de Los Beatles. Yo fui un fan como tantos, la diferencia es que tuve la oportunidad de demostrarlo”. Juan Alberto Badía hizo un culto de su fanatismo del cuarteto de Liverpool, y por eso se ganó la fama de ser el fan argentino número uno de Los Beatles.

Su metejón empezó a los 17 años, en 1964, cuando su amigo Alberto del Priore lo invitó a su casa a escuchar el single de Love Me Do . “Fue casi mágico lo que me pasó, pero recién pude concretar mi amor cuando me recibí de locutor y pasé públicamente temas de ellos. Un par de años después se separaron, es por eso que contribuí a impulsar su música cuando empezó un olvido generalizado”.

En todos sus ciclos radiales y televisivos, Badía incluyó canciones e historias de los Fab Four. Uno de los especiales más recordados fue en 1972, cuando, en el viejo Canal 11, festejó los diez años de la banda: ahí estuvo rodeado de figuras de cartón de John, Paul, George y Ringo en tamaño real. “Estaba muy apasionado con ellos: apenas conocí a unos productores no dudé en proponer ese programa exclusivo. Por suerte la idea pegó”.

Pero también sufrió una gran decepción: a principios de agosto de 1975, anunció a su audiencia en Radio Rivadavia que viajaría a entrevistar a John Lennon. El viaje se concretó, pero el reportaje no: “La entrevista ya estaba concedida, pero me plantó en la puerta del edificio Dakota”, recordaba.

Canalizó esta frustración con dos trabajos artísticos. En 1976, ideó Beatlemanía , un espectáculo que él mismo animó en el teatro Estrellas.

Allí se proyectaban fragmentos de las películas del grupo, fotografías y dibujos, él interactuaba con los músicos que aparecían en la pantalla e invitaba al público a subir al escenario a bailar delante de una escenografía que simulaba ser The Cavern.

Catorce años después, en 1990, publicó la novela El día que John Lennon vino a la Argentina (Editorial Sudamericana), en la que, a lo largo de 196 páginas, narraba un recorrido por Buenos Aires junto con el beatle: se lo encontraba a la salida de la radio y compartía el resto de esa noche y el día siguiente con él.

Lo llevaba a su casa, a unos cuantos bares, a una pizzería en Ramos Mejía, a la Plaza de Mayo, a una casa de baños turcos, a un canal de televisión, y a un estudio donde estaba grabando Luis Alberto Spinetta.

Como buen fanático, en su casa atesoraba todo tipo de souvenirs referentes al grupo, además de, por supuesto, la discografía completa -en CDs, cassettes y vinilos- y una impresionante colección de videos y DVDs. Tenía caricaturas, muñecos, y hasta una esculturita de yeso de la cabeza de John Lennon que le había regalado Rubén Basoalto, baterista de Vox Dei.

Beto Badía tuvo la oportunidad de ver varias veces en vivo a Paul McCartney. La última fue el 10 de noviembre de 2010, en River.

Un día antes, el conductor se había enterado de que padecía un tumor: “Ese día lloré como nunca, los que me acompañaban no entendían por qué tanta emoción: no era la primera vez que yo veía a Paul. Pero yo creía que me estaba despidiendo de todo”. Fuente


Los perros empatizan y alivian la tristeza humana


Estudio comprueba que perros empatizan con tristeza humana e intentan aliviarla



consuelo perruno

¿Quién no ha tenido una pena? ¡Qué tire la primera piedra! Por más optimista a veces la vida se coloca cuesta arriba y no andamos con los implementos para escalarla de manera fácil.

La congoja nos ataca y en estos tiempos donde escasean los hombros y paños de lágrimas, los únicos se dan cuenta, y vaya que sí, son nuestras mascotas.

Así quedó demostrado mediante un estudio realizado por psicólogos de la Universidad de Goldmsiths en Londres que mediante la experimentación con un universo de 18 perros de diversas razas, verificaron que los peludos amigos distinguen los estímulos de sus amos y extraños cuando estos lloran, susurran, tararean o hablan.

Cuando los perros se dan cuenta que el humano se encuentra llorando de inmediato inician contacto físico con el propósito seguro de confortar o consolar a quien parece de tristeza.

Al ocurrir indistintamente tanto con sus amos como con desconocidos, se comprueba que es verdadera empatía y no es una búsqueda de recompensa como tampoco efecto de la curiosidad.
“El tarareo fue diseñado para ser un comportamiento relativamente nuevo, que podría provocar la curiosidad de los perros.

El hecho de que los perros diferenciaron entre el llanto y el tarareo indica que su respuesta no fue meramente motivada por la curiosidad”, dijo la Dra Deborah Custance.

Los perros no distinguen sin embargo, si una emoción es fingida pues su cerebro no reconoce lo genuino de lo falso de estas expresiones.

Estos animalitos merecen retribución a su constante ayuda y colaboración, que tienen prácticamente como misión natural para con nosotros.

La tenencia responsable y la solidaridad con los que están en las calles, ya sea atendiendo sus necesidades de agua y comida, y por supuesto médicas y más importante aún ayudándolos a conseguir hogar si tu mism@  no puedes hacerlo, son pequeños esfuerzos que sin duda ellos merecen y agradecen.

Fuente:
 Estudio muestra que los perros sienten el dolor de las personas y buscan aliviarlo(Pijama Surf)

MAS INFO: http://buenasiembra.com.ar/salud/terapias-alternativas/zooterapia-272.html

Tomates Sabor a nada, Porque?...

¿Por qué los tomates del súper saben a cartón?

¿Por qué los tomates del súper saben a cartón?


Investigadores descifran el gen que está detrás de la mutación que les aporta el color rojo uniforme pero les resta dulzor



Encontrar un tomate que sepa a tomate hoy en día es casi misión imposible. En los últimos tiempos, los supermercados nos ofrecen piezas muy rojas y perfectas que quedan muy bonitas en la ensalada, pero que aportan poco sabor. ¿Por qué?

A esta pregunta han respondido un grupo de científicos del Instituto Boyce Thompson (BTI), el USDA, la Universidad de California en Davis, la Universidad Politécnica de Valencia (España), la Universidad de Málaga (España), y la Universidad de Suleyman Demiral (Turquía), que han descifrado el gen que está detrás de la mutación que provoca esta maduración uniforme.

Este gen hace que los tomates adquieran un perfecto color rojo, pero al mismo tiempo reduce los azúcares y nutrientes de la fruta. «Es un gen que te des cuenta o no, tienen la mayoría de los tomates», asegura James Giovannoni, biólogo molecular de plantas en el Departamento de Agricultura de EE.UU. y coautor principal del estudio.

Por naturaleza, los tomates tienen una maduración desigual que aporta distintos matices de verdes y rojos, una característica que aún encontramos en los pequeños huertos.

Sin embargo, a finales de la década de los 20 del pasado siglo, los productores comerciales tropezaron con una mutación natural que causó que los tomates maduraran de manera uniforme.

Una circunstancia de la que se ha aprovechado el mercado, ya que los compradores suelen decantarse por las frutas que tienen una bonita apariencia.

Durante la investigación, que publica la revista Science, se llevó a cabo una clonación posicional y, mediante el acceso a solgenomics.net -una base de datos online- se determinó que el gen de la maduración uniforme se encuentra en una ubicación específica del cromosoma 10.

Conociendo su localización, el equipo pudo entonces descifrar el gen que codifica la proteína que controla la fotosíntesis en el tomate.

Mientras que las hojas son el principal motor de la fotosíntesis en una planta, los frutos del tomate en desarrollo pueden contribuir hasta en un 20 por ciento a su propia fotosíntesis, produciendo azúcares y nutrientes una vez maduran.

Sin embargo, la mutación de maduración uniforme elimina esta proteína en la fruta, reduciendo los niveles de azúcar, lo que repercute en su sabor.

Con este descubrimiento, los productores que deseen comercializar tomates uniformes podrán hacer una primera prueba de ADN en las plántulas, en lugar de esperar a observar el fruto maduro.

Pero aquellos que no le den tanta importancia a las apariencias, también podrán comprobar si sus plantas están libres de la mutación y, por lo tanto, pueden dar frutos más sabrosos.

El genoma del tomate abre la puerta a que sepan de verdad


MAS INFO: http://buenasiembra.com.ar/ecologia/index.html

domingo, 24 de junio de 2012

Por la Iniciativa de Coherencia Global.



La Iniciativa de Coherencia Global es una iniciativa basada en la ciencia para unir millones de personas para focalizar y usar la intención para crear un cambio en la conciencia global de inestabilidad y discordia a equilibrio y paz duradera.

La participación en este proyecto no requiere ningún compromiso económico. Queremos que todas las personas, independientemente de su status económico, ubicación geográfica o creencias personales, tengan la oportunidad de ser miembros del proyecto.

Todo lo que se necesita es su corazón, su intención, compromiso, interés  y preocupación.

Esperamos que quiera usted unirse a este esfuerzo internacional para crear una diferencia que perdure en el tiempo en nuestro mundo en este momento crucial.

La ICH (Iniciativa Coherencia Global) sostiene las siguientes hipótesis:

1.
   Todos los seres vivos estamos interconectados y nos comunicamos entre nosotros vía nuestros campos biológicos y electromagnéticos.

2.
   No solamente son afectados los seres humanos por estos campos energéticos; de forma conversa, el sistema energético de la Tierra también es influenciado por las emociones y la conciencia colectiva de los seres humanos.

La mayor parte del medio ambiente del campo planetario existe por la conciencia colectiva de sus habitantes.

3.
   Si un numero grande de personas, de forma intencional, crean estados de coherencia, de compromiso y amor a través del corazón, la compasión y el aprecio; se genera una onda coherente que puede ayudar a deshacer la actual gran onda de stress, discordia e incoherencia.

El factor mayor del cambio en la conciencia global consiste en que un numero suficientemente grande de personas puedan convertirse en  responsables de su propia energía, pensamientos, sentimientos y acciones.

Es responsabilidad de cada persona el establecer el equilibrio en sí misma y con la Tierra.

Cada acción cuenta y "haciéndose cargo" y creando una línea de base de coherencia, el cambio de conciencia va a aumentar y se va a reflejar en el medio ambiente a nivel global. Esto va a crear un beneficio mutuo entre los seres humanos y los sistemas energéticos de la Tierra.

Aunque no esté aún probado en el 100%, los estudiosos del centro de la Iniciativa de Coherencia Global sabemos que usando la inteligencia del corazón para equilibrar y manejar nuestro sistema mental y emocional a través de meditaciones para aumentar nuestra coherencia personal, nuestra frecuencia personal  y alinearnos energéticamente, vamos también a obtener  muy especialmente con oportunidades y beneficios que van a proceder de la energía de la actividad del nuevo ciclo solar.

Cada vez más personas están concientes que tienen la oportunidad de interactuar con los nuevos flujos de energía, sean estos, espirituales, astrológicos, solares, lunares, del medio ambiente o sociales.

La Iniciativa de Coherencia Global es solo uno de los grupos de trabajo que emerge para facilitar el cambio planetario en estos tiempos de aventura y desafíos, ningún grupo es más importante que el otro.

Con un espíritu no competitivo y una genuina preocupación, todos los grupos e individuos suman una pieza importante y vital a la red y están energéticamente conectados unos con otros a nivel del corazón para servir a un propósito mayor.

Nosotros, de la Iniciativa de Coherencia Global honramos y apreciamos el amor y cuidado de todos los grupos e individuos de la luz de todo el mundo que hagan de esto una causa por la cual luchar. Fuente

MAS INFO: http://buenasiembra.com.ar/cosmobiologia/articulos/conciencia_salto.htm
 

lunes, 18 de junio de 2012

John Cheever, el “Chéjov americano”.

COLOSAL. Así fue el trabajo que hizo Bailey sobre la vida y la obra de Cheever.

Blake Bailey: “Los académicos no entienden a Cheever”

El 18 de junio se cumplen 30 años de la muerte de John Cheever y aquí, su biógrafo, explica por qué no se enseña en las universidades y devela la intimidad de quien fuera el “Chéjov americano”.

POR Andres Hax


Al final de su vida, el escritor estadounidense John Cheever era uno de los autores más famosos de su país.

Había salido en las tapas de Time y Newsweek, celebrado como el “Chéjov americano” y el “Ovidio de Ossining” (el pueblo donde vivía). Sus cuentos completos, publicados en 1978, ganaron un Pulitzer y fueron un best-séller. Cuando se murió de cáncer en 1982, a los 70 años, fue despedido en la tapa de los diarios. John Updike, hablando en el funeral, lo describió como el “principal fabulista de su generación”. Hoy, Cheever ha caído de ese podio.

Para citar sólo un dato, sus cuentos completos venden menos de 5.000 ejemplares por año en los Estados Unidos. Pero las reputaciones literarias a veces son cíclicas y tal vez ya sea el momento que la estrella de Cheever vuelva a subir.

Y si es así, un factor central en su reevaluación será la monumental biografía de Blake Bailey, John Cheever: una vida que fue publicada en 2009 y que ahora ha aparecido –milagrosamente– en las librerías argentinas en una edición española (Duomo, 2010). De casi 800 páginas, el tomo de Bailey aspira a convertirse en un clásico de la biografía literaria.

Aunque Cheever escribió cinco novelas (todas hacia el fin de su carrera) si perdura en el panteón de la literatura universal –junto a Chéjov y Ovidio– será por un puñado de cuentos situados en los arbolados y luminosos suburbios del nordeste estadounidense de la posguerra.

Como los cuadros de Edward Hopper, los cuentos de Cheever, antes que nada, son celebraciones de luz (en el prólogo de sus cuentos completos, por ejemplo, Cheever dice que los relatos tratan de “un mundo perdido, cuando la ciudad de Nueva York aún estaba llena de luz del río”).

Pero también, como los cuadros de Hopper, la literatura de Cheever muestra la insoportable soledad y angustia de individuos situados en un paisaje que, por sus apariencias, tendría que ser paradisíaco. Todo pareciera estar muy bien. Todo está muy mal.

Y así fue, tal cual –y yendo al grano del asunto– la vida misma de John Cheever: una pesadilla escondida dentro de un idilio. La vida de Cheever, pública y familiar, era una gran simulación.

Para su esposa, hijos, amigos y colegas, John Cheever era un orgulloso burgués de la clase media-alta: un paterfamilias con gustos convencionales y aires semi-aristocráticos que se ganaba la vida dignamente vendiendo cuentos cortos a la revista The New Yorker.

Pero la verdad, ocultada durante toda su vida, es que Cheever era un angustiadísimo bisexual con inabarcables apetitos sexuales. Podía ser cruel, manipulador, egoísta, mezquino y narcisista. No sólo eso: también era un alcohólico in extremis.

De la misma manera que Cheever tuvo una vida oculta, también tuvo una obra oculta: sus diarios íntimos, que en su totalidad abarcan más de 4.300 páginas tipiadas (una selección fue publicada como libro en 1991 y puede conseguirse la traducción al castellano).

Solía escribir esas notas a primera hora de la mañana, desperezándose de la violenta resaca de ginebra, y funcionaban como modo de almacenar impresiones y epifanías que usaría después en su ficción.

También detallaba, en sórdido detalle, la minucia más íntima y escatológica de su vida: por ejemplo sus sesiones masturbatorias y su crónica frustración por el diminuto tamaño de su pene. 

Los tres hijos de Cheever dieron a Blake Bailey acceso completo a los archivos familiares, incluyendo una copia completa de los diarios. De allí comenzó su trabajo que fue complementado por cientos de entrevistas y un colosal trabajo de archivo.

Lo que les convenció a los hijos de Cheever de que Bailey era la persona indicada para la tarea fue su primera biografía sobre Richard Yates, otro escritor de los trágicos suburbios alcohólicos de la posguerra estadounidense.

Vale la pena mencionar que Cheever, una vida obtuvo el premio Francis Parkman en 2010. Poco conocido pero muy prestigioso, a este Premio lo entrega la Sociedad de Historiadores Americanos desde 1958. Resulta notable ya que el premio se otorga por distinción literaria en la escritura histórica.

Es decir, la obra de Bailey fue considerada el mejor trabajo –y el mejor escritor– sobre un tema histórico publicado durante 2009. Nunca hasta ahora lo había recibido una biografía literaria. Sobre este libro habló Bailey por teléfono desde Virginia, donde enseña escritura creativa.

-¿Los diarios de Cheever se pueden considerar como una de las grandes obras de la literatura estadounidense del siglo XX?

-Hay personas que dicen que son lo mejor que escribió. No estoy de acuerdo con eso, pero creo que es un documento asombroso, por una variedad de razones. Me parece asombroso que Cheever, aún cuando estaba escribiendo con su mano izquierda –y de esa manera entraba en calor por las mañanas para luego continuar con su escritura de prosa– pareciera escribir sin esfuerzo alguno.

-¿Y cómo es la persona que uno conoce a través de los diarios?

-Cheever fue un hombre sin amigos íntimos. Su persona pública es una fachada completamente construida. Es un tipo muy encantador y es muy popular entre sus vecinos en Westchester. Pero nadie sabía quién era. Y él no podía hablar con nadie. No podía hablar tampoco con su familia. No tenía amigos íntimos, salvo unos rusos que conoció en un viaje de una o dos semanas. Entonces lo mete todo en sus diarios.

El lector puede ver unas cosas bien bizarras que suceden sobre la página. Un hombre cuyo ser está totalmente en conflicto con su imagen pública. Y en gran parte, no podía ser más misántropo y oscuro. Pero al mismo tiempo está luchando con eso. Es una dialéctica que tiene consigo mismo. Y en los diarios hay un laboratorio para sus ficciones. Continuamente sus diarios se van convirtiendo en textos de ficción.

-La relación de Cheever con The New Yorker fue bastante complicada. Sentía, con el pasar de los años, resentimiento por las restricciones de esa revista. ¿Pero no era, en realidad, el formato ideal para su talento?

-Por un lado, escribir para The New Yorker le impuso una disciplina a Cheever. Especialmente el New Yorker de los años 30 y de los 40. De la camada de Irwin Shaw, por ejemplo... Eso de escribir como Chéjov, de escribir diálogo elíptico donde nada se refiere al punto central del cuento. Eso de no escribir un principio, medio y final tradicional sino tomar un momento específico, un detalle de la vida y dejarlo resonar.

Pero Cheever evolucionó de ese modelo. Cuando por frustración se salía de ese formato escribió sus mejores cuentos, como “Goodbye My Brother” o “The Country Husband”. Y siempre le sorprendía cuando The New Yorker aceptaba esos cuentos. Porque estaba luchando contra las restricciones del género.

Finalmente, cuando comenzó a hacer cosas realmente extrañas y surreales, ya en ese momento rechazaron su trabajo en The New Yorker. Pero ya a esa altura Cheever pudo tener la última palabra porque era lo suficientemente famoso como para vender su trabajo a otras revistas.

-¿Cuál es la función principal de una biografía literaria?

-El desafío principal es mantener un equilibrio entre la narración y las exposiciones críticas sobre las obras. Obviamente, uno está escribiendo sobre un escritor y tiene que hacerle justicia a sus logros. Pero no quieres ser tedioso. Quieres que el lector sienta tanto entusiasmo por el trabajo como sientes vos mismo.

Es un acto de equilibrio. Por ejemplo, la novela Bullet Park tiene un montón de cosas interesantes, pero a fin de cuentas creo que es un fracaso artístico. Entonces tuve que explicar, en un nivel de detalle bastante agonizante, por qué Bullet Park no funciona como literatura. En ese momento sentía que estaba siendo tedioso.

Pero al mismo tiempo sentía la obligación de hacerle justicia a Cheever y explicar lo que estaba intentando lograr y las razones de ese fracaso. Y tuve que explayarme bastante. Pero en general este aspecto crítico tiene que estar proporcionado con la narrativa de la vida del autor. La regla número uno sería entonces: no aburrir al lector.

-Cuando escribe una biografía, ¿la piensa literariamente? ¿Trabaja mucho la prosa y la estructura de sus libros?

-No hay nada en lo que trabajo más que en la estructura de mis libros. Esa es la razón por la cual trabajo con tanto cuidado mis apuntes, llegando a redactarlos en párrafos terminados. Hago un diagrama más amplio del arco narrativo, pero también tengo un diseño que baja hasta el nivel de página por página.

Entonces, sí, pienso muy conscientemente en términos de estructura narrativa. Es el imperativo más importante para mí. Y en cuanto a la prosa, a riesgo de sonar un tanto repugnante, creo que tengo la fortuna de ser un buen escritor.

-¿Cuál es su opinión sobre el alcoholismo de los escritores estadounidenses y, en particular, de Cheever?
-Bueno, mi último libro, que ya está en imprenta, es una biografía de Charles Jackson, un escritor olvidado que escribió la novela The Lost Weekend, que es, en mi opinión, el retrato definitivo de un alcohólico...

-Se está convirtiendo en un especialista sobre el tema.
-Sí, ¡lo soy! Pero en cuanto a por qué los escritores americanos beben tanto hay muchas razones. Una es que existe ese deseo melancólico por parte de cualquier persona –más allá de su nacionalidad o su cultura– de pertenecer, de ser amado. Y creo que hay una sensación aguda especial de alienación por parte del artista americano.

Porque, por un lado, existe este ideal de masculinidad americana que es muy difícil de lograr. Y por otro lado está esa sensación de que el artista es un ser delicado y que el artista ha fracasado en la única meta que importa, que es el éxito material.

Existe la idea de que el artista es una persona que se queja, un llorón, y que no se enfrenta con la vida como le corresponde a un americano exitoso, y eso significaría ser próspero materialmente. Cheever sentía esto agudamente y se resistía con mucha amargura a este imperativo terrible de aparentar ser feliz todo el tiempo. Especialmente en los suburbios de la posguerra.

Allí eras sospechoso, un freak, un mal adaptado si permitías que se supiera que estabas descontento. Porque si no eras feliz, entonces eras un fracaso. Y si eras un fracaso, estabas terminado.

-Su libro está lleno de breves retratos de escritores que en su momento eran muy exitosos y ahora son completamente desconocidos. Al hacer esta biografía, ¿cuánto aprendió sobre cómo se construyen las reputaciones literarias?

-Bueno, en un momento yo quise escribir un libro sobre los fracasos literarios. Porque una y otra vez me encontraba con tipos como el colega de Cheever en Yaddo, Flannery Lewis –alguien que se cayó completamente del mapa: escribió tres libros y desapareció.

Ni siquiera lo puedes googlear. Es como si nunca hubiera existido. Pero en cuanto a la reputación literaria y qué lo perpetúa, hay muchos factores. Creo que, al fin, lo determinante es si el trabajo en sí mismo merece sobrevivir. Cheever ha sufrido unos enormes golpes. En 1979 hubo una encuesta realizada por el diario Philadelphia Enquirer sobre quién era el escritor vivo que sería leído, con más probabilidad, por futuras generaciones.

Y Cheever estaba tercero, detrás de Saul Bellow y John Updike. ¿Y ahora? ¡Ahora no estaría ni en los primeros veinte! Eso es muy raro, porque Cheever tuvo un gran éxito popular. La edición de sus cuentos completos, publicados en 1978, se convirtió en best-séller y estaba en la casa de cualquier persona más o menos lectora. Entonces, tuvo un gran público.

-¿Ahora dónde están?

-La explicación más fácil de esto es que no se enseña en las universidades. Y la razón por la cual no es enseñado en las universidades es por la condescendencia académica. Ellos, equivocadamente, consideran a Cheever como un autor “popular”.

-¿Ellos dirían que sus cuentos no tienen la sustancia como para merecer una tesis doctoral?

-Sí, pero ningún escritor de ficción que vale estaría de acuerdo con eso. Los escritores de ficción saben que Cheever es un genio superlativo. Los académicos suelen ser filisteos. No entienden a Cheever. Y las reputaciones son perpetuadas, principalmente, en las aulas.

-Yo sé que usted intentó ser novelista. ¿Le atormentan las novelas que no ha escrito?

-Un poco, un poco. Pero llegué a un punto en el cual siento enorme orgullo por las biografías que pude escribir. Estoy contento con lo que he logrado.

Y, seamos francos, no soy tan bueno escribiendo ficción como lo soy escribiendo estas otras cosas. Pero no es una cosa menor descubrir tu nicho, de encontrar algo que puedes hacer muy bien. Entonces, estoy contento de haber encontrado eso.Fuente

MAS INFO: http://buenasiembra.com.ar/literatura/index.html

Contra el Frio, Red Solidaria


Campaña Frío Cero en PlatenseCampaña Frío Cero en Platense



Se lanzó la Campaña "Frío Cero" de la Red Solidaria que contará con el apoyo de Platense Ayuda.
Durante este invierno, el estadio Ciudad de Vicente Lopez, (en los dias que Platense juegue como local) y la sede Social, (el resto de la semana), serán centros de recepción de frazadas y ropa de abrigo.

Se podrán acercar las donaciones a la sede Social de lunes a sábados de 10 a 20 hs. a Platense Ayuda, en el Departamento Peñas y Filiales o en el Departamento Deportivo, en los dias de partido, desde una hora antes del comienzo del mismo.

Con esta campaña también se busca concientizar que se ventilen los lugares donde hay calefacción, pues mueren muchas personas intoxicadas por exceso de monóxido de carbono, como así también que se comuniquen con Red Solidaria, (911) en Provincia y (108) en Capital, si saben de alguien que está pasando frío en la via pública.

Para mayor información sobre esta campaña comunicate a Red Solidaria 011-4796-5828, o escribi a redsolidaria@fibertel.com.ar

La Red Solidaria nació en 1995 como una respuesta a nuestra necesidad de crear un mecanismo que permitiera brindar ayuda a numerosas situaciones y necesidades que se nos presentan a diario en el ámbito social.

Es una organización en la que los voluntarios intentan salvar vidas o mejorar la calidad de vida de otras personas. Establecen un nexo entre los que necesitan y aquellos que puedan cubrir cada una de éstas necesidades. Creemos en la capacidad de nuestra sociedad en generar cada día más respuestas solidarias.

La Red recibe un promedio de 100 llamadas diarias, aunque esa cifra se triplica en emergencias. Al comienzo, la mayoría eran pedidos, pero en la actualidad, el 50% de la gente se comunica para ofrecer tiempo, ropa, medicamentos...