NO A LA GUERRA. No a todas las guerras.
De todas las formas de neutralizar a un dictador, hacer una guerra contra la ciudadanía que le sufrió, es la peor.
En cualquier momento, lugar y circunstancias: la guerra siempre es la peor opción. ¿Intervención contra Gafadi? ¡Sí! ¿Guerra contra su pueblo? ¡No! Guerra no es paz.
Lo correcto sería realizar una operación táctica selectiva, cuyo primer objetivo consistiría en arrestar al dictador y ponerlo a disposición del Tribunal Penal Internacional.
Detener a un tirano no justifica hacer una guerra que, en última instancia, sufrirá la población civil de su país. La guerra no solo no es conveniente: tampoco es necesaria.
¿Qué objetivos tiene esa guerra? ¿A quién beneficia laexistencia de esa guerra? ¿Cuánto costará esta guerra? ¿Existe otro modo de conseguir esos mismos objetivos? ¿Quién es responsable? ¿Ante quién responde?
Ante la confusión de las guerras, siempre hay una posición correcta: NO A LA GUERRA. No a cualquier guerra, en cualquier país, momento y circunstancia.
Siempre existen alternativas a la guerra.
Nadie debería votar guerra; ninguna persona debería sufrir una guerra; ningún gobernante debería aprobar una guerra; ninguna persona debería participar en una guerra; ningún miembro de la ciudadanía debería justificar una guerra.
Las guerras no deberían existir.
La guerra no es la última opción;
la guerra no es una opción.
Jaume d'Urgell
http://dudh.es/
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