Si preguntas a las personas, qué conocen sobre la Ley de la Atracción, te encontrarás con diversas actitudes, de entre las cuales cabe destacar dos posturas contrapuestas.
Por una parte, personas muy entusiastas a pesar de que nunca la hayan experimentado: “He oído decir….”, “alguien que conozco me ha afirmado…”, etc.
Por otra parte, están las personas muy escépticas que, sin tampoco haberla experimentado, te mostrarán una lista de posibles inconvenientes del tipo, “Una vez lo intenté y no me funcionó…”, o bien “Yo toco de pies en el suelo porqué…”. ¿Sabes? En ambas posturas existe un atisbo de razón.
A los primeros, decirles que, ¿Por qué razón, si creen que es algo tan bueno, no la están experimentando?
Es como disponer de un magnífico Ferrari y desplazarse a pie.
En cuanto a los escépticos, estoy absolutamente convencido de que si no les ha funcionado, no es porque funcione en unas personas sí y en otras no, o que funcione en unas circunstancias sí y en otras no.
La razón fue porque en tu subconsciente, un montón de creencias negativas, a modo de resistencias internas, contrarrestaban los posibles efectos positivos de aplicar la ley de la Atracción. Se trata de creencias tan arraigadas que apenas somos conscientes de su existencia.
Te sorprendería saber la gran cantidad de creencias negativas e inútiles que almacenamos en nuestro subconsciente al cabo de los años.
Estas creencias, aparentemente latentes, emergen con furia cuando intentas implantar en tu mente, nuevas creencias acordes con tu participación en tu proceso creativo.
Cuando esto te empiece a suceder, intenta seguir los siguientes tres pasos básicos para contrarrestar estas resistencias internas.
Por una parte, personas muy entusiastas a pesar de que nunca la hayan experimentado: “He oído decir….”, “alguien que conozco me ha afirmado…”, etc.
Por otra parte, están las personas muy escépticas que, sin tampoco haberla experimentado, te mostrarán una lista de posibles inconvenientes del tipo, “Una vez lo intenté y no me funcionó…”, o bien “Yo toco de pies en el suelo porqué…”. ¿Sabes? En ambas posturas existe un atisbo de razón.
A los primeros, decirles que, ¿Por qué razón, si creen que es algo tan bueno, no la están experimentando?
Es como disponer de un magnífico Ferrari y desplazarse a pie.
En cuanto a los escépticos, estoy absolutamente convencido de que si no les ha funcionado, no es porque funcione en unas personas sí y en otras no, o que funcione en unas circunstancias sí y en otras no.
La razón fue porque en tu subconsciente, un montón de creencias negativas, a modo de resistencias internas, contrarrestaban los posibles efectos positivos de aplicar la ley de la Atracción. Se trata de creencias tan arraigadas que apenas somos conscientes de su existencia.
Te sorprendería saber la gran cantidad de creencias negativas e inútiles que almacenamos en nuestro subconsciente al cabo de los años.
Estas creencias, aparentemente latentes, emergen con furia cuando intentas implantar en tu mente, nuevas creencias acordes con tu participación en tu proceso creativo.
Cuando esto te empiece a suceder, intenta seguir los siguientes tres pasos básicos para contrarrestar estas resistencias internas.
1. Detectarlas. ¿Sabes que disponemos del mejor detector de resistencias internas? Simplemente, sé consciente de cómo te sientes cuando intentas iniciar un proceso de atracción. ¿Qué sientes? ¿Cómo te sientes? ¿Podrías enunciar tres sensaciones fundamentales que experimentes?
Se consciente de lo mal que te sientes; de tu nivel de frustración o de tu escepticismo emergente, cuando intentas visualizar y creer para atraer a tu vida algo que desees.
Dedícales el tiempo que convenga a estas sensaciones negativas. Identifícalas bien y, muy importante, desea vivamente substituirlas por sensaciones altamente positivas.
Aunque no sepas cómo, deséalo vivamente y todos los “cómos” te serán revelados por el Universo.
Aunque no sepas cómo, deséalo vivamente y todos los “cómos” te serán revelados por el Universo.
2. Una vez identificadas tus resistencias interiores, busca las creencias contrarias.
Si, por ejemplo, una de tus creencias negativas era: ”soy demasiado mayor para iniciar un negocio”; cámbiala por “Gracias a que tengo la edad que tengo, el negocio que emprendo es un éxito total”. ¿Te auto engañas?
Sí, por supuesto. Empiezo el proceso creativo forzando aquello que deseo, porqué sé que todo aquello que concibamos en nuestra mente, es potencialmente posible porque no hay límites para el Universo”
Si, por ejemplo, una de tus creencias negativas era: ”soy demasiado mayor para iniciar un negocio”; cámbiala por “Gracias a que tengo la edad que tengo, el negocio que emprendo es un éxito total”. ¿Te auto engañas?
Sí, por supuesto. Empiezo el proceso creativo forzando aquello que deseo, porqué sé que todo aquello que concibamos en nuestra mente, es potencialmente posible porque no hay límites para el Universo”
3. Cuando tengas definidas tus creencias positivas, enfócalas hacia vivir tu cotidianidad con la máxima alegría.
Si convenimos que nuestro pensamiento es pura energía; pura vibración, y que magnetiza aquello en qué se enfoca, impregna de alegría tu existencia diaria para, así, magnetizar con mayor fuerza cuanto deseas manifestar.
La alegría es un potente catalizador para atraer cuanto desees.
Si te sientes bien, atraes mejor y más rápidamente.
Si convenimos que nuestro pensamiento es pura energía; pura vibración, y que magnetiza aquello en qué se enfoca, impregna de alegría tu existencia diaria para, así, magnetizar con mayor fuerza cuanto deseas manifestar.
La alegría es un potente catalizador para atraer cuanto desees.
Si te sientes bien, atraes mejor y más rápidamente.
Quizás pienses: Bueno, vivir en un estado de alegría permanente es algo demasiado difícil de tragar!! Sabe que la alegría, como otras emociones fundamentales, la puedes inducir.
Céntrate en cosas que te agraden mucho:
familia, compañero/a, hijos, etc. Y, sobre todo, céntrate en agradecer la enorme cantidad de cosas por las que deberías sentirte agradecido/a:
Tu salud, tu familia, tu ciudad, tus hijos, tu trabajo, etc. O sea que, manos a la obra y empieza a vencer cualquier resistencia que te encuentres en tu camino de creación.
Céntrate en cosas que te agraden mucho:
familia, compañero/a, hijos, etc. Y, sobre todo, céntrate en agradecer la enorme cantidad de cosas por las que deberías sentirte agradecido/a:
Tu salud, tu familia, tu ciudad, tus hijos, tu trabajo, etc. O sea que, manos a la obra y empieza a vencer cualquier resistencia que te encuentres en tu camino de creación.
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