FUKUSHIMA Y EL OLVIDO QUE CRECE
Uno de los desastres nucleares más grandes de la historia ha ocurrido en la central nuclear japonesa Fukushima I, lugar en donde, además, vivían (y lamentablemente viven) muchas personas que han sido dejadas de lado de diferentes formas.
Los medios de comunicación más importantes del mundo se dedican a emitir alguna que otra noticia con varios días de diferencia en las que comentan como “Todo está en perfectas condiciones” y que dentro de muy poco Fukushima será un lugar normal, cuando bien sabemos que el suceso ocurrido.
He aquí un hecho que está quedando impune, los gobiernos no actúan y sólo muestran una postura en la televisión para que sus imágenes no sean manchadas, tratados y medidas poco útiles para resguardar la salud del pueblo nipón y el olvido constante que viven las personas que aún continúan viviendo en la zona afectada, cuando la radiación es 900 veces superior a lo que una persona tipo podría soportar sin inconvenientes graves para su salud.
Mark Twain dijo una vez: “Hay tres clases de mentiras: La mentira, la maldita mentira y las estadísticas”
Esto puede resultar gracioso, pero no se aleja de la realidad en la que vivimos día a día. Los científicos y expertos de las empresas relacionadas al hecho ahora estiman a través de cifras estimativas los niveles de radiación de Cesio, Plutonio Radiactivo y Estroncio en el agua.
¿Esto en verdad puede medirse? ¿Se le dice a las personas que su salud está en peligro y en manos de porcentajes estimativos?
El concepto principal es que las afecciones que sufren y sufrirán los ciudadanos nipones directa o indirectamente son irreversibles, para eso, no hay datos estadísticos que valgan.
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