miércoles, 21 de julio de 2010

EL MUÑECO “WILSON”

Usaban un muñeco para vigilar a los presos en una cárcel



Una pelota de fútbol con gorro de policía estuvo montando guardia durante meses en una de las garitas de la Unidad Penitenciaria 11 de Neuquén. El muñeco –bautizado “Wilson”– suplía la falta de personal, en una provincia donde las autoridades del área admiten que el sistema está al borde del colapso.

El nombre del muñeco deriva de la pelota de básquet que le hacía compañía a Tom Hanks en la película Náufrago . En este caso, la pelota del servicio penitenciario cumplía agotadores turnos de 24 horas. La tragicómica historia trascendió ayer, luego que una fuente del servicio penitenciario lo contara al diario regional Río Negro .

El caso se conoció luego de una desmentida sobre la forma en que escaparon del penal dos presos –Walter Posso, de 33 años y César Andrés, de 26– el pasado sábado. Primero el jefe de la Policía, Juan Carlos Lepén, dijo que habían salido “mezclados” con la visita. Luego hubo una rectificación y se aclaró que estaban en un pabellón de autodisciplina escaparon trepándose a un poste y sorteando luego un alambrado con púas sobre el que arrojaron un frazada para no lastimarse.

Cuando se habló de una investigación interna para deslindar responsabilidades de la fuga, una fuente de la cárcel reveló al diario local la delicada situación del penal mas grande que tiene en funcionamiento la provincia.

La fuente aseguró que la casi totalidad de las cámaras de seguridad están fuera de servicio desde hace más de seis meses y que no hay fondos para repararlas. Explicó que el sistema se instaló en 1995 y nunca se le hizo mantenimiento. También reveló que falta personal y que se trata de suplir esas carencias con voluntad y mucho ingenio.

Fue entonces cuando habló en detalle sobre las funciones de “Wilson”. Aseguró que “de las 15 garitas de vigilancia, sólo en dos hay efectivos , uno en cada extremo del predio. Y tenemos en otra garita a Wilson para que los presos vean una sombra y crean que están vigilados”, confesó.

La existencia del muñeco no fue desmentida . Una autoridad penitenciaria reconoció ayer extraoficialmente que se trata de un “camuflaje” que funciona como otras medidas de seguridad, pero nadie quiso hablar oficialmente del caso.
Por Osvaldo Ortiz
Neuquén. Corresponsal

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