Bocinas y plegarias a un mes del derrumbe en la mina
Minutos antes de las 14 de ayer el súbito estruendo de bocinas, cantos y silbatos rompió el natural silencio del desierto de Atacama. Un mes atrás a la misma hora un derrumbe en la mina San José cerraba todas las vías de escape y daba comienzo a la odisea de 33 de sus mineros, confinados en el seno de la montaña. Sus familiares, que acampan a la entrada de la mina, realizaron el simbólico homenaje como una plegaria por un pronto rescate .
Laurence Golborne, ministro de Minería de Chile, se unió al acto izando una bandera en uno de los cerros que bordean el campamento Esperanza y nombrando, con la ayuda de un megáfono, a cada uno de los trabajadores. “Es un momento de recogimiento no de celebración, pero con la esperanza de que pronto logremos traerlos a la superficie y devolverlos a sus familias”, sostuvo.
Durante el fin de semana se logró la instalación de una fibra óptica que permite a los mineros mantener videoconferencias con doctores, psicólogos y sus propias familias . El sábado cada uno pudo hablar durante 1 minuto con sus parientes. Ayer el lapso fue extendido hasta los 5 minutos.
Mientras, continúan las tareas de rescate que, hasta el momento, están encabezadas por tres perforadoras.
El plan A consiste en hacer una chimenea vertical con una Strata 950 instalada justo 702 metros por encima del refugio de la mina. Fue la primera en arrancar y ya lleva 67 metros perforados.
El plan B se inició recién en la tarde de ayer con la puesta en marcha de la Schramm T-130, que trabajará en la expansión de un túnel ya realizado por la tercer y última sonda en hacer contacto con los mineros. Deberá perforar 678 metros hasta alcanzar la zona donde se encuentra el taller mecánico.
El plan C fue anunciado recientemente y consiste en la instalación de una torre de perforación petrolera cedida por la estatal Enap para hacer un ducto de 597 metros y así llegar a una rampa ubicada en una de las zonas más altas a las que tienen acceso los mineros.
En tanto, una nueva polémica estalló ayer cuando el jefe de psicólogos del operativo, Alberto Iturra, contradijo al ministro de Salud sobre cómo celebrarán el bicentenario los mineros el próximo18 de septiembre.
“No habrá copita de vino. Sé que no habría ningún problema si cada uno bebiera su copa. Pero no me puedo arriesgar a que alguno se beba su parte y la de otros”, sostuvo Iturra.
Sus declaraciones reavivaron los rumores de que al menos dos mineros sufrieron síndrome de abstinencia de alcohol y de que el gobierno chileno realiza férreos esfuerzos por mantener ocultos éste y otros aspectos políticamente incorrectos del operativo. “Quieren mostrar una imagen idealizada y hasta han regañado a las familias que filtraron datos a la prensa”, protestó uno de los corresponsales extranjeros.
Laurence Golborne, ministro de Minería de Chile, se unió al acto izando una bandera en uno de los cerros que bordean el campamento Esperanza y nombrando, con la ayuda de un megáfono, a cada uno de los trabajadores. “Es un momento de recogimiento no de celebración, pero con la esperanza de que pronto logremos traerlos a la superficie y devolverlos a sus familias”, sostuvo.
Durante el fin de semana se logró la instalación de una fibra óptica que permite a los mineros mantener videoconferencias con doctores, psicólogos y sus propias familias . El sábado cada uno pudo hablar durante 1 minuto con sus parientes. Ayer el lapso fue extendido hasta los 5 minutos.
Mientras, continúan las tareas de rescate que, hasta el momento, están encabezadas por tres perforadoras.
El plan A consiste en hacer una chimenea vertical con una Strata 950 instalada justo 702 metros por encima del refugio de la mina. Fue la primera en arrancar y ya lleva 67 metros perforados.
El plan B se inició recién en la tarde de ayer con la puesta en marcha de la Schramm T-130, que trabajará en la expansión de un túnel ya realizado por la tercer y última sonda en hacer contacto con los mineros. Deberá perforar 678 metros hasta alcanzar la zona donde se encuentra el taller mecánico.
El plan C fue anunciado recientemente y consiste en la instalación de una torre de perforación petrolera cedida por la estatal Enap para hacer un ducto de 597 metros y así llegar a una rampa ubicada en una de las zonas más altas a las que tienen acceso los mineros.
En tanto, una nueva polémica estalló ayer cuando el jefe de psicólogos del operativo, Alberto Iturra, contradijo al ministro de Salud sobre cómo celebrarán el bicentenario los mineros el próximo18 de septiembre.
“No habrá copita de vino. Sé que no habría ningún problema si cada uno bebiera su copa. Pero no me puedo arriesgar a que alguno se beba su parte y la de otros”, sostuvo Iturra.
Sus declaraciones reavivaron los rumores de que al menos dos mineros sufrieron síndrome de abstinencia de alcohol y de que el gobierno chileno realiza férreos esfuerzos por mantener ocultos éste y otros aspectos políticamente incorrectos del operativo. “Quieren mostrar una imagen idealizada y hasta han regañado a las familias que filtraron datos a la prensa”, protestó uno de los corresponsales extranjeros.
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