Revelan cartas inéditas de Gardel
También recuperaron fotos y documentos originales.Son 160 y el Zorzal las escribió entre 1932 y 1935. Las editarán en un libro.
Querida viejita: aquí me tenés como siempre, muy contento porque sé que estás bien y contenta. ( ...) Yo gracias a Dios (toco madera), me encuentro muy bien de salud, de espíritu y de trabajo, todo muy importante en estos tiempos. Bueno mamita, ya sabés, saludá a todos de mi parte. De mi viejita no puedo decir nada pues cada vez la encuentro más guapa y fuerte, total todavía nos quedan 50 años de vida a cada uno”.
La carta está fechada en Nueva York, el 13 de febrero de 1935. Está escrita a máquina, pero la despedida es a puño y letra. El que escribe es Carlos Gardel, a cuatro meses de su muerte. Es una carta inédita y una de las “joyitas” de “Archivo Gardel”, el libro que se presentó ayer en la Legislatura porteña y que en pocos días estará a la venta. La publicación reúne fotos, unas 160 cartas y contratos que fueron encontrados en 2008 por casualidad en el sótano de la casa de Córdoba de Armando Defino, su apoderado y albacea.
“Hay un total de 160 documentos manuscritos y mecanografiados de los intercambios epistolares de Gardel, que a veces escribía él mismo y otras dictaba a un secretario y firmaba al pie. Gardel las despachó entre 1932 y 1935”, apunta Enrique Espina Rawson, presidente del Centro de Estudios Gardelianos. Para el compilador, los documentos son indispensables para conocer “al verdadero Gardel” .
La presentación se dio en el marco de la conmemoración de los 120 años del nacimiento del “Zorzal criollo”, que se cumplen en diciembre.
El libro, de 304 páginas, incluye una foto inédita tomada en Buenos Aires cuando Carlos Gardel tenía alrededor de tres años y el cabello casi hasta los hombros, otra imagen inédita del cantante con su familia durante una visita a la ciudad francesa de Toulouse –donde nació el 11 de diciembre de 1890–, contratos originales con la cinematográfica Paramount y la discográfica RCA-Victor, así como la contabilidad de los giros de dinero del artista desde Estados Unidos a Buenos Aires.
¿Una perlita? Un sugestivo telegrama que la actriz Mona Maris le mandó el 16 de junio de 1934 a Gardel para decirle que estuvo enferma, que lo extraña mucho y rogarle que le escriba “cualquier cosita”. Maris y Gardel se conocieron cuando filmaron “Cuesta abajo”, en 1934. Siempre se dijo que la pareja vivió un romance.
Todos los documentos que ahora están reunidos en el libro fueron encontrados en Río Ceballos, provincia de Córdoba, dentro de baúles que durante décadas permanecieron tapados bajo unas lonas en el sótano de la casa de Adela Blasco, viuda de Defino. En 2008, luego del fallecimiento de la mujer, sus hijas decidieron vender la casa y fueron a limpiarla. La sorpresa fue que encontraron una valija que decía “cosas de Gardel”. Allí estaban las 160 cartas, además de las fotos, contratos y telegramas que hoy forman “Archivo Gardel”, junto a otros documentos que conserva el Centro de Estudios Gardelianos.
Espina Rawson, autor del libro junto al diseñador gráfico uruguayo Alfredo Echániz –yerno de Blasco–, asegura que los documentos estaban tan bien embalados que los encontraron en perfectas condiciones. “Es que Defino era muy meticuloso y guardaba todo. Buscamos esos documentos durante muchos años”, explica. El libro estará a la venta en los próximos días, editado por Proa Editores, y su precio rondaría los $ 300.
La carta está fechada en Nueva York, el 13 de febrero de 1935. Está escrita a máquina, pero la despedida es a puño y letra. El que escribe es Carlos Gardel, a cuatro meses de su muerte. Es una carta inédita y una de las “joyitas” de “Archivo Gardel”, el libro que se presentó ayer en la Legislatura porteña y que en pocos días estará a la venta. La publicación reúne fotos, unas 160 cartas y contratos que fueron encontrados en 2008 por casualidad en el sótano de la casa de Córdoba de Armando Defino, su apoderado y albacea.
“Hay un total de 160 documentos manuscritos y mecanografiados de los intercambios epistolares de Gardel, que a veces escribía él mismo y otras dictaba a un secretario y firmaba al pie. Gardel las despachó entre 1932 y 1935”, apunta Enrique Espina Rawson, presidente del Centro de Estudios Gardelianos. Para el compilador, los documentos son indispensables para conocer “al verdadero Gardel” .
La presentación se dio en el marco de la conmemoración de los 120 años del nacimiento del “Zorzal criollo”, que se cumplen en diciembre.
El libro, de 304 páginas, incluye una foto inédita tomada en Buenos Aires cuando Carlos Gardel tenía alrededor de tres años y el cabello casi hasta los hombros, otra imagen inédita del cantante con su familia durante una visita a la ciudad francesa de Toulouse –donde nació el 11 de diciembre de 1890–, contratos originales con la cinematográfica Paramount y la discográfica RCA-Victor, así como la contabilidad de los giros de dinero del artista desde Estados Unidos a Buenos Aires.
¿Una perlita? Un sugestivo telegrama que la actriz Mona Maris le mandó el 16 de junio de 1934 a Gardel para decirle que estuvo enferma, que lo extraña mucho y rogarle que le escriba “cualquier cosita”. Maris y Gardel se conocieron cuando filmaron “Cuesta abajo”, en 1934. Siempre se dijo que la pareja vivió un romance.
Todos los documentos que ahora están reunidos en el libro fueron encontrados en Río Ceballos, provincia de Córdoba, dentro de baúles que durante décadas permanecieron tapados bajo unas lonas en el sótano de la casa de Adela Blasco, viuda de Defino. En 2008, luego del fallecimiento de la mujer, sus hijas decidieron vender la casa y fueron a limpiarla. La sorpresa fue que encontraron una valija que decía “cosas de Gardel”. Allí estaban las 160 cartas, además de las fotos, contratos y telegramas que hoy forman “Archivo Gardel”, junto a otros documentos que conserva el Centro de Estudios Gardelianos.
Espina Rawson, autor del libro junto al diseñador gráfico uruguayo Alfredo Echániz –yerno de Blasco–, asegura que los documentos estaban tan bien embalados que los encontraron en perfectas condiciones. “Es que Defino era muy meticuloso y guardaba todo. Buscamos esos documentos durante muchos años”, explica. El libro estará a la venta en los próximos días, editado por Proa Editores, y su precio rondaría los $ 300.
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