Alistan los últimos detalles para el rescate de los mineros en Chile
CHILE. Imagen capturada de un vídeo que muestra a los mineros atrapados trabajando para su propio rescate.
La perforadora T-130 está a menos de 150 metros del refugio. El helicóptero que llevará a los 33 hombres desde la mina al hospital de Copiapó ya realiza viajes de prueba y los rescatistas entrenan duro. Hoy habrá un simulacro del operativo.
La perforadora T-130 está a menos de 150 metros del refugio. El helicóptero que llevará a los 33 hombres desde la mina al hospital de Copiapó ya realiza viajes de prueba y los rescatistas entrenan duro. Hoy habrá un simulacro del operativo.
El helicóptero comenzará hoy a volar desde el helipuerto construido en la mina San José hasta el hospital de Copiapó. Al equipo de doce rescatistas se lo ve correr y entrenar duro para estar en forma para enfrentar el rescate. El megahospital está instalado. En el Campamento Esperanza las familias esperan.
Son los días finales antes del rescate, que cada vez está más cerca .
“Llegamos a los 500 metros”, escribió ayer por la mañana en su cuenta de Twitter André Sougarret, el jefe de la operación. Y las esperanzas crecieron. La perforadora T-130 del Plan B se había detenido el martes, pero a la noche comenzó otra vez a trabajar. Esta vez con un nuevo martillo de 26 pulgadas de diámetro, que hace un agujero más pequeño. A media tarde de ayer había llegado a los 519 metros. Faltaban menos de 150 para que “rompa” el último tramo de piedra y se encuentre con los 33 mineros atrapados desde el 5 de agosto a casi 700 metros de profundidad.
Pero por la noche anunciaron que la detendrían por precaución. Eso es lo que intentan trasmitir desde el equipo de rescate y el gobierno chileno. Las especulaciones alientan las esperanzas de los familiares y los mineros atrapados y quieren impedir cualquier desilusión.
Por eso, los más optimistas estiman que la perforadora T-130 de las tres que están en funcionamiento en la mina San José, a más de 900 kilómetros al norte de Santiago de Chile, llegaría a la zona donde están los mineros el sábado. Pero el rescate no comenzaría ese día. Se haría una evaluación técnica para determinar si es necesario o no “encamisar” –reforzar– el orificio de casi 61 centímetros por donde planean sacar a los mineros.
“Esperamos en lo sucesivo pasar por una situación crítica, que está en los 520 metros, que está sucediend+o en estos momentos. Tenemos pronosticado una galería que existe en esta mina, estamos trabajando con máxima precaución en estos momentos y esperamos una vez que pase 3 metros debajo de la galería, es decir, en el metro 535, detener, sacar el martillo, y evaluar la situación para los metros finales”, explicó ayer al mediodía Sougarret.
El técnico contó que el principal obstáculo sería una galería. “Estamos a un metro de ella, por lo tanto, existe la posibilidad de rompimiento de esa galería , lo que estamos haciendo es bajar la velocidad de perforación, bajar las revoluciones y la presión. De manera tal de pasar suavemente y una vez que lleguemos a los 535 metros, retomar el ritmo que estábamos llevando hasta el momento”, explicó.
Durante esta madrugada, y aprovechando que pararon la perforadora, se realizó una revisión del conducto. Fue a través de un “scanner de televisión para ver la calidad del pozo, adelantando información que necesitamos para la toma de decisión final del casing (encamisado) que necesitamos hacer”, contó Sougarret. El ingeniero explicó que “sobre esa base vamos a tomar la decisión de colocar el casing y hasta qué posición”.
Son momentos de decisión en la mina San José. También está pendiente determinar cuál de los dos tipo de cápsulas, una especie de jaula camilla que subirá a los mineros, se utilizará. Hay dos en evaluación. Lo que sí se sabe es que los mineros subirán con una máscara con oxígeno y un sistema de monitoreo permanente, que ya les bajaron, para que aprendan a usar. Este emitirá una señal que llegará por el sistema Bluetooth al hospital de campaña, que está armado casi sobre el borde de las sondas. También falta decidir cuál de los doce rescatistas llegados el martes bajará primero.
En realidad, ayer confirmaron a Clarín , el candidato está entre los tres especialistas de la Armada chilena.
“Los tres rescatistas seleccionados por la Armada de Chile para apoyar el rescate desde la mina están altamente capacitados, no sólo desde el punto de vista médico, cuyas competencias saltan a la vista, sino que desde el punto de vista militar poseen el carácter, la experiencia y un profundo compromiso e interés de contribuir a la causa”, los presentó la Armada en un comunicado. Están aislados del contacto con la prensa y se están preparando para bajar apenas se les dé la orden.
Una vez en los 700 metros se dividirán en turnos de ocho horas, hasta que salga el último de los 33 mineros.
“Cuando ya tengamos instalado el sistema de izaje, hemos hablado de entre una hora y una hora y media el ciclo por persona, y eso no ha variado”, insistió también ayer Sougarret y también contó que “habrán entre dos y tres familiares por minero” en las tareas de rescate el día final.
El espacio en que los esperarán será el hospital de campaña que cuenta con 39 módulos de 15 metros cuadrados cada uno. Ahí hay ya una cama para cada minero y está rodeada por sillas para sus familiares.
El objetivo es que esperen en ese lugar hasta que sean trasladados en helicóptero al hospital de Copiapó.
Ese día ya planean que haya una gran fiesta en esta ciudad, que desde hace dos meses vive pendiente de los 33 mineros que sobreviven bajo tierra. Ayer todo era esperanza y cautela. Sougarret volvió a insistir en que es prematuro hablar del sábado como fecha estimativa, ya que “todavía faltan 100 metros, viene una etapa difícil. En el pozo anterior pasamos por una zona de falla, tenemos que pasar esta zona complicada”.http://www.clarin.com/mundo/america_latina/Alistan-ultimos-detalles-mineros-Chile_0_349165127.html
Son los días finales antes del rescate, que cada vez está más cerca .
“Llegamos a los 500 metros”, escribió ayer por la mañana en su cuenta de Twitter André Sougarret, el jefe de la operación. Y las esperanzas crecieron. La perforadora T-130 del Plan B se había detenido el martes, pero a la noche comenzó otra vez a trabajar. Esta vez con un nuevo martillo de 26 pulgadas de diámetro, que hace un agujero más pequeño. A media tarde de ayer había llegado a los 519 metros. Faltaban menos de 150 para que “rompa” el último tramo de piedra y se encuentre con los 33 mineros atrapados desde el 5 de agosto a casi 700 metros de profundidad.
Pero por la noche anunciaron que la detendrían por precaución. Eso es lo que intentan trasmitir desde el equipo de rescate y el gobierno chileno. Las especulaciones alientan las esperanzas de los familiares y los mineros atrapados y quieren impedir cualquier desilusión.
Por eso, los más optimistas estiman que la perforadora T-130 de las tres que están en funcionamiento en la mina San José, a más de 900 kilómetros al norte de Santiago de Chile, llegaría a la zona donde están los mineros el sábado. Pero el rescate no comenzaría ese día. Se haría una evaluación técnica para determinar si es necesario o no “encamisar” –reforzar– el orificio de casi 61 centímetros por donde planean sacar a los mineros.
“Esperamos en lo sucesivo pasar por una situación crítica, que está en los 520 metros, que está sucediend+o en estos momentos. Tenemos pronosticado una galería que existe en esta mina, estamos trabajando con máxima precaución en estos momentos y esperamos una vez que pase 3 metros debajo de la galería, es decir, en el metro 535, detener, sacar el martillo, y evaluar la situación para los metros finales”, explicó ayer al mediodía Sougarret.
El técnico contó que el principal obstáculo sería una galería. “Estamos a un metro de ella, por lo tanto, existe la posibilidad de rompimiento de esa galería , lo que estamos haciendo es bajar la velocidad de perforación, bajar las revoluciones y la presión. De manera tal de pasar suavemente y una vez que lleguemos a los 535 metros, retomar el ritmo que estábamos llevando hasta el momento”, explicó.
Durante esta madrugada, y aprovechando que pararon la perforadora, se realizó una revisión del conducto. Fue a través de un “scanner de televisión para ver la calidad del pozo, adelantando información que necesitamos para la toma de decisión final del casing (encamisado) que necesitamos hacer”, contó Sougarret. El ingeniero explicó que “sobre esa base vamos a tomar la decisión de colocar el casing y hasta qué posición”.
Son momentos de decisión en la mina San José. También está pendiente determinar cuál de los dos tipo de cápsulas, una especie de jaula camilla que subirá a los mineros, se utilizará. Hay dos en evaluación. Lo que sí se sabe es que los mineros subirán con una máscara con oxígeno y un sistema de monitoreo permanente, que ya les bajaron, para que aprendan a usar. Este emitirá una señal que llegará por el sistema Bluetooth al hospital de campaña, que está armado casi sobre el borde de las sondas. También falta decidir cuál de los doce rescatistas llegados el martes bajará primero.
En realidad, ayer confirmaron a Clarín , el candidato está entre los tres especialistas de la Armada chilena.
“Los tres rescatistas seleccionados por la Armada de Chile para apoyar el rescate desde la mina están altamente capacitados, no sólo desde el punto de vista médico, cuyas competencias saltan a la vista, sino que desde el punto de vista militar poseen el carácter, la experiencia y un profundo compromiso e interés de contribuir a la causa”, los presentó la Armada en un comunicado. Están aislados del contacto con la prensa y se están preparando para bajar apenas se les dé la orden.
Una vez en los 700 metros se dividirán en turnos de ocho horas, hasta que salga el último de los 33 mineros.
“Cuando ya tengamos instalado el sistema de izaje, hemos hablado de entre una hora y una hora y media el ciclo por persona, y eso no ha variado”, insistió también ayer Sougarret y también contó que “habrán entre dos y tres familiares por minero” en las tareas de rescate el día final.
El espacio en que los esperarán será el hospital de campaña que cuenta con 39 módulos de 15 metros cuadrados cada uno. Ahí hay ya una cama para cada minero y está rodeada por sillas para sus familiares.
El objetivo es que esperen en ese lugar hasta que sean trasladados en helicóptero al hospital de Copiapó.
Ese día ya planean que haya una gran fiesta en esta ciudad, que desde hace dos meses vive pendiente de los 33 mineros que sobreviven bajo tierra. Ayer todo era esperanza y cautela. Sougarret volvió a insistir en que es prematuro hablar del sábado como fecha estimativa, ya que “todavía faltan 100 metros, viene una etapa difícil. En el pozo anterior pasamos por una zona de falla, tenemos que pasar esta zona complicada”.http://www.clarin.com/mundo/america_latina/Alistan-ultimos-detalles-mineros-Chile_0_349165127.html
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